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Nov (2025)/Dic 2026



La Bolsa de Comercio de Rosario inauguró un laboratorio que convierte a la Argentina en un referente en análisis de granos

Esta iniciativa permitirá mejorar la agilidad y eficiencia del servicio de BCRLabs mediante la incorporación de tecnología, una mayor cercanía con los clientes y mejoras sustanciales en los procesos, al contar con un diseño moderno y adecuado a sus funciones.

Revista PRODUCCION: La Bolsa de Comercio de Rosario inauguró un laboratorio que convierte a la Argentina en un referente en análisis de granos
 
Revista PRODUCCION: La Bolsa de Comercio de Rosario inauguró un laboratorio que convierte a la Argentina en un referente en análisis de granos
 
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) inauguró a mediados de noviembre pasado las nuevas instalaciones de su complejo de laboratorios “BCRLabs”, que está emplazado en el predio ubicado en la intersección de las avenidas Sorrento y Provincias Unidas, en el extremo noroeste de la ciudad, a metros de la avenida Circunvalación. La infraestructura original del edificio cumplía las funciones de planta impresora del diario La Capital de esa ciudad, a quienes fue adquirido. El traslado se completará en breve plazo desde su tradicional ubicación en pleno centro rosarino, en Córdoba y Corrientes.

Asociados al Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA), entidad de que la Revista Producción Agroindustrial del NOA es miembro activo, fuimos invitados a realizar una recorrida por el edificio, liderados por su presidenta Nanette Giovanelli, junto al presidente de la IFAJ (International Federation of Agricultural Journalists), Steve Werblow, al vicepresidente, Adalberto Rossi (Argentina), Nicolas Pawlusiak, del Área Comunicaciones de la BCR, y el grupo de periodistas agropecuarios que integramos.

La entidad anfitriona estuvo representada por Ariel Gustavo Soso, gerente de la unidad de laboratorios de la BCR y por César Olsina, subgerente operativo, quienes explicaron cómo funciona el lugar, los avances científicos y técnicos puestos en marcha y los desafíos que se plantea la entidad para el mediano y largo plazo. Cabe aclarar que la Bolsa es una asociación civil sin fines de lucro, por lo que sus ingresos se utilizan, básicamente, para realimentar servicios.

El Departamento de Información y Estudios Económicos de la Bolsa explica que, si se trazara un semicírculo de 300 km alrededor de Rosario, y usando Rosario como centro, en ese espacio se encuentra el 50% de la producción de granos y el 80% de la exportación de Argentina. Además, la Circunvalación tiene una posición estratégica ya que tiene acceso tanto al norte como al sur.

“Es llamativo que haya un laboratorio de este tamaño y que atendamos a quienes son nuestros grandes clientes en pleno centro de la ciudad. Lo que pasa es que el mercado fue demandando cada vez más análisis. La cosa se fue complejizando un poco más, porque pasamos de ser un laboratorio casi exclusivamente para la producción granaria o la calidad de grano, tanto en la comercialización como en la industrialización, para empezar a ser un laboratorio que las plantas (de acopio de granos) necesitan para otro tipo de servicios que tienen que ver más con calidad, inocuidad y seguridad alimentaria”, comenzó diciendo Soso.

“Si uno tuviera que explicar por qué nos mudamos es porque creció la demanda. Nosotros estábamos operando en distintos lugares, entonces también se nos producían situaciones de falta de eficiencia, porque tenemos gente en un lugar, gente en otro, traslados, horarios, etc. Y, además, hicimos una apuesta a futuro por la complejidad que requieren hoy los ensayos que demandan las terminales portuarias y los grandes clientes, que están en este negocio de los alimentos. Entonces, pasamos del agro a agroalimentario. Y la realidad es que esos son los motivos: nos quedó chico el laboratorio, crecimos, la demanda cambió. La exigencia en materia de análisis cambió un montón, porque antes se requerían análisis comerciales de granos, probablemente algo que es simple, relativamente. Y ahora nosotros hicimos, en el análisis, un cambio en la metodología de ensayo. Pero también se empezaron a demandar otras cosas que tenían que ver con la seguridad y la inocuidad alimentaria”, agregó el gerente de BCR Labs.

Cuatro columnas
Y en este sentido puntualizó: “Hoy se habla mucho en el mundo de seguridad alimentaria y de inocuidad alimentaria, que son cosas diferentes. La seguridad alimentaria se refiere a la cantidad de alimentos; hay que asegurar alimentos para una población que está en constante crecimiento, entonces hay que darles de comer. Y la inocuidad alimentaria es que lo que le damos tiene que ser de calidad y no los debe enfermar. Entonces, cuando eso empezó a estar y cada vez empezó a ser más fuerte el requerimiento, el requisito, especialmente en el mercado europeo, en los mercados asiáticos, etc, es cuando a nosotros nos empiezan a demandar y empezamos a ver acá el mercado no es solo en granos.

Soso reiteró un concepto: “No somos una empresa en donde hay un dueño que reparte dividendos. El dinero se usa para reinvertir, para dar más servicios, para poner a disposición de las cadenas de valor lo que la BCR tiene en términos de capital, tanto económico como humano y de conocimiento. Y ahí empezamos a pensar, allá por 2015, que nosotros podíamos y teníamos la capacidad de hacer un laboratorio. En realidad, el proyecto viene de hace mucho tiempo más. Yo hace 20 años que trabajo acá, pero siempre se habló y nunca se pudo concretar por distintos motivos. Y en un momento se dijo ‘ya no se puede estar más acá’ (en el centro de Rosario), no podemos estar dispersos, tenemos que poder seguir creciendo, le tenemos que dar a la cadena de valor todo lo que la cadena necesita”.
Si se pudiera hacer una cuenta rápida de cómo atienden a los puertos, hay que tener en cuenta está el 65% de los puertos que están en el norte de Rosario, y el 35% del volumen está hacia el sur, con lo cual en una franja de 100 kkm encontramos 30 terminales. Y eso es un club grande, que es para todos los análisis comerciales, básicamente.

El gran desafío
“Para nosotros, el gran desafío era cómo planteábamos este laboratorio en términos tecnológicos, porque si bien nosotros conocemos la técnica, la realidad era que nunca habíamos diseñado un laboratorio. Empezamos a mirar cosas tanto en Argentina como afuera, vimos muchos estándares, laboratorios hechos en Alemania, en Suiza -hemos visto laboratorios de Roche en Basilea-, o sea, cosas muy importantes. Y ahí, como dicen, a veces está bueno también probar que no es copiar, y sí sacar algunas ideas y adecuarlas”, dijo.

Y agregó: “a todo tuvimos que adaptarlo a nuestra idiosincrasia, a la forma de hacer nuestra, que es muy particular y, además, porque no hay laboratorios en el mundo que tengan este grado tan amplio de disciplinas. Nosotros tenemos cuatro verticales de trabajo: tenemos calidad, inocuidad alimentaria, calidad comercial de granos -que es el histórico mercado nuestro de análisis-, y después tenemos biotecnología y agronomía”.

Bajo biotecnología lo que hacen son todos los análisis de granos y productos derivados y de alimentos genéticamente modificados (GMO) free, para el mercado de exportación.

“Ahí la verdad es que también somos pioneros porque en nuestro laboratorio estamos debutando con estudios nuevos. Y es sobre esos cuatro aspectos verticales donde fuimos creciendo, especialmente en el de calidad, inocuidad alimentaria y biotecnología; somos pioneros en este último aspecto”.

Por ejemplo, estudian los compuestos que se usan como herbicidas, insecticidas, etc. Y trabajan actualmente con lo que son compuestos que están presentes en granos y subproductos, y también en frutas, verduras, etc. Y ahora están agregando lo que es la parte de detección de productos indeseables, también por estas metodologías analíticas, en lo que son compuestos que ellos denominan ‘línea roja’. Es decir, compuestos que son carnes o sus derivados.

“Trabajamos no sólo sobre carne vacuna, también puede ser de cerdo y pollo, todo tipo de carne: aves, ganado bovino, ganado caprino, cerdos, pescados, leche, miel, etc. O sea, el rubro es muy grande”, describió el empresario.

Como conclusión, el directivo de la BCR dijo: “Nosotros veníamos trabajando en la determinación del porcentaje en peso de cada una de esas fracciones, y entonces, con dos empresas desarrollamos esa misma metodología, pero aplicando captura de imágenes y después análisis de esas imágenes con inteligencia artificial (IA). ¿Cuánto ha avanzado la inteligencia artificial en el trabajo de estas personas? En el buen sentido, les ha potenciado y mejorado poco la vida, porque el método que se usó hasta hace poco, que es clasificar los granos, mirarlos, depende mucho de una arista, y después ir y pesar fracción por fracción, el porcentaje o la proporción de cada uno de ellos en la muestra. Entonces todo ese know how que teníamos, necesitamos darle una solución, ¿Por qué? Porque los tiempos de análisis requieren acortarse. Después también está el hecho de que la Bolsa fue desarrollando otros servicios que requerían personal, entonces tratar de reducir tareas que son repetitivas, que no generan valor de alguna manera. Entonces identificamos y desarrollamos estos modelos, pero también estamos trabajando, entre otras cosas, pero eso lo que permite es que no solamente aumenta la productividad de cada persona, es más eficiente el proceso, sino que además los resultados son siempre iguales, son independientes de la persona que los revise”.
“Una vez que está entrenado el modelo y que funciona correctamente, simplemente la persona lo que hace es revisar el resultado, ver que está todo bien y lo emite. Y a su vez, si hace alguna corrección de algún grano, que puede estar a lo mejor mal clasificado, que es dudoso, todo eso sirve como base para reentrenar el modelo y hacerlo cada vez mejor, más eficiente. Entonces, lo que le permite hacer esto es que estandariza el proceso, tiene más previsibilidad, es más eficiente, reduce tareas que son repetitivas y que además producen lesiones, pesar una cantidad de muestras determinado tiempo, genera distintos problemas, o estar zarandeando para separar las muestras. Ahora, se pone la muestra y directamente va tomando imágenes de los granos; se coloca la muestra, lleva un minuto y el equipo no solamente que clasifica eso, reemplazó el zarandeo, etc”.

Durante la recorrida por las instalaciones, en pleno proceso de habilitar los nuevos equipamientos, César Olsina describió aspectos del trabajo que allí realizan los técnicos.
“Este laboratorio tiene que ver con la calidad, son todos ensayos reológicos. La calidad del trigo, por ejemplo. Bueno, esta campaña va a ser bastante crítica en este aspecto por el tema de la proteína porque los granos venían con muy baja proteína, casi como la mitad. El rendimiento podría ser monstruoso, en campos que están viviendo 60, 70, 80 qq/ha. La planta produce la cantidad de nitrógeno o genera más cantidad de nitrógeno. También hay una realidad: las variedades que se usan acá, en Argentina, son variedades que no tienen el mismo contenido de proteína como en otros países: Canadá, Australia, que son las dos variedades que van a producir calidad y no cantidad, o sea, porque los mercados de otros países pagan otra cosa. Acá no se paga eso”.

Y agregó: “A nuestras instalaciones llegan todas las muestras de todos los camiones que arriban a los puertos de Gran Rosario, de los acopios de acá de la zona. Se toma una muestra de cada camión y esas muestras vienen acá, se hace una clasificación de esas muestras. Esas muestras se pueden archivar con distintos destinos y después, posteriormente, se analizan para determinar si está presente o no esa proteína. La muestra está, la toman en cada punto, por ejemplo, en el puerto, etc. Tenemos un circuito de recolección de esas muestras, que se analizan, clasifican y almacenan, para después se vuelven a enviar o se guardan. Todo lo que es un plazo de guarda, y se ponen a disposición de la empresa a la que nosotros le damos el servicio. Éstas hicieron un convenio con el Banco Alimentos de Rosario (BAR), que después lo transforma y/o se canjea por proteína animal, por pollo. Entonces todo esto, en vez de descartarse, tiene un valor enorme porque hay una gran cantidad de soja al año. Imagínense que nosotros, acá, en el año recibimos alrededor de 1,2 o 1,3 millón de muestras, o sea que de soja nada más lo que recibimos. De allí el valor final que tiene el trabajo que realizamos con las empresas del sector”.

Otros detalles
Se proyectan aproximadamente 2.500 metros cuadrados de estructura edilicia. Esta iniciativa permitirá mejorar la agilidad y eficiencia del servicio de BCRLabs mediante la incorporación de tecnología, una mayor cercanía con los clientes y mejoras sustanciales en los procesos, al contar con un diseño moderno y adecuado a sus funciones. A su vez, permitirá dar respuesta a nuevos servicios que hoy se encuentran limitados por falta de espacio.
El proyecto arquitectónico cumplirá con las mejores prácticas en modularidad productiva, eficiencia logística, ergonomía de puestos de trabajo y sustentabilidad, como así también la integración de clientes y proveedores en una cadena de valor enriquecida.
De esta forma, la Bolsa rearma su compromiso con la agroindustria en general, manteniéndose a la vanguardia de los crecientes desafíos que el mundo demanda en materia de determinación de calidad en productos del agro e inocuidad alimentaria.

Qué es BCR LABS
Es la unidad de servicios de la Bolsa de Comercio de Rosario que da soporte técnico a la Cámara Arbitral de Cereales y a la Cámara Arbitral de Aceites Vegetales y Subproductos. Ofrece análisis y certificaciones de calidad sobre productos de las industrias del agro y alimentos. Además del tradicional laboratorio de muestras comerciales, cuenta con una amplia gama de servicios, entre los que se destacan los laboratorios de genética molecular, cromatografía e inocuidad alimentaria. Los laboratorios de la Bolsa cuentan con reconocimientos y acreditaciones de ensayos ante los organismos, asociaciones e institutos más reconocidos del país y del mundo en sus especialidades. Las prestaciones de BCRLabs están a cargo de un equipo profesional altamente capacitado, en un marco de transparencia, confiabilidad e imparcialidad, permitiendo a los diferentes actores de la cadena agroalimentaria tomar decisiones comerciales y productivas en forma eficiente.

Daniel Arturo Vaca

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 22 y 23 de la edición digital de la revista de Noviembre (2025) / Diciembre 2026.
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