
Para enfrentar este desafío mundial, se planteó una iniciativa internacional -de la que participan técnicos del INTA y del Conicet- a fin de intercambiar recursos y capacidades para aumentar su producción sustentable. Considerado por los especialistas como un alimento básico, el trigo es un cultivo que aporta el 20% del total de las calorías y proteínas de la alimentación mundial. Como es sabido, la población aumentará a 9,2 millones de habitantes y, en consecuencia, la demanda de este cultivo trepará un 60%. En este contexto, surge la Iniciativa en Trigo, que se trata de una propuesta, motorizada por Francia y avalada por los ministros de Agricultura de los países miembro del G20, que busca adelantarse a las demandas futuras de alimentos en un mundo intimidado por el cambio climático, la limitada superficie cultivable, la competencia de los biocombustibles y el posible aumento de precios. En representación de la Argentina participan Gabriela Tranquilli -del Instituto de Recursos Biológicos INTA Castelar-, Marcelo Helguera -del INTA Marcos Juárez, Córdoba- y Viviana Echenique -Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida del Conicet-.

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