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Nov/Dic 2009


Ganadería

Congreso Regional de Ganadería del NOA

Revista PRODUCCION: Congreso Regional de Ganadería del NOA
 
Revista PRODUCCION: Congreso Regional de Ganadería del NOA
 
Revista PRODUCCION: Congreso Regional de Ganadería del NOA
 

Durante el Congreso Regional de Ganadería del NOA llevado a cabo el 14 de Septiembre en la Sociedad Rural de Tucumán, Víctor Tonelli realizó un comentario sobre la posición a la que nos han llevado las políticas públicas y la sequía, y dió su opinión sobre las perspectivas para los próximos 3 años con una visión de corto y largo plazo de hacia dónde irá la ganadería. Por su parte Adrián Eduardo Bifaretti, hizo una exposición sobre "El consumo de carnes del futuro: tendencias en el mercado internacional y en Argentina". Por su parte, Luis Bameule (presidente de Quickfood S.A.) tituló su exposición "Por qué estamos, en dónde estamos y hacia dónde vamos en ganados y carnes".
Al final de las exposiciones, los oradores respondieron preguntas del público y en las mismas se resume la opinión de cada uno de ellos sobre el futuro de la ganadería argentina.

Teniendo perspectivas de mejoras de la situación y posibles incrementos en el precio de la carne vacuna, que podrían llegar a separarla de los productos sustitutos. Normalmente la experiencia muestra que cuando hay incrementos de precio de la carne vacuna, los sustitutos como que se prenden a esa suba y normalmente esa separación que debería darse, al menos desde el punto de vista del argumento de producción, no termina dándose siempre desde el consumo. ¿Cómo lo ve Ud.? La mejora en el precio de carne vacuna ¿es posible que genere un arrastre, que el precio de los sustitutos la sigan, o que verdaderamente se consiga un mayor margen entre precio de carne vacuna y precio de productos sustitutos?
Víctor Tonelli: Lo veo de la siguiente manera, por supuesto que ésto es futurología, pero lo que imagino en función de los argumentos que ví es, que a partir de Noviembre, Diciembre o Enero según nos corran el arco, digamos que empezamos a recuperar precio de una manera importante. Como no soy demasiado cauto, suelo decir que entre Febrero y Marzo me imagino 5 pesos para el ternero, no sé si les va, si no les va, les digo otro número. Y en ese contexto estoy viendo probablemente un diferencial entre el ternero y el novillo o el novillito, o el promedio del gordo en el 10%. Sí veo el ternero de nuevo 10% arriba del gordo como estuvo tanto tiempo y dejó de estar en los últimos, y por supuesto esto va a generar un traslado al precio del consumidor. Cuando se genere un incremento aún mayor en el precio al consumidor, esto implicará 13 ó 14 kilos menos de oferta, que a lo mejor son 200.000 toneladas menos de exportación que serán 5 ó 6 kilos menos y 8 kilos menos en el consumo de carne vacuna, le permite a las otras carnes tomar ventaja, generar más margen y estimular mayores niveles de producción y oferta de carnes, sobre todo de pollo. Es cierto que cuando suba el precio de la carne vacuna, los demás también van a ir acompañando, pero el gap que se va a generar va a ser más importante y claramente los 8 ó 9 kilos menos, netos entre exportación y caída de la oferta, van a permitir que los otros tomen parte de ese beneficio. Cómo se va a ir generando y en qué ritmo, no lo sé, pero si tuviera que hacer futurología y poner una ficha te diría: 2011 ó 2012, 7 ó 6 kilos más de pollo por habitante y por año, esteremos en 38 ó 39, tal vez 1 ó 2 de porcino y 60, 62 de carne vacuna, y probablemente en exportaciones en lugar de estar en 500, 550 estén en 330, 340, 350, hasta que el proceso virtuoso de la recuperación de la producción (2012, 2013 en adelante) permita recuperar niveles y volúmenes.


En cuanto a la producción de carne, que es un tipo de producción a largo plazo, en la cual tendríamos que trabajar sobre la cadena. Hasta el momento en el sector agropecuario en general no se ha podido tener éxito en la cadena, inclusive el foro de la cadena agroindustrial que fue en su momento generado por las dos entidades de la producción, CRAE y RURAE Argentina con las otras 38 entidades, no se han podido obtener buenos resultados. De acuerdo a su óptica, ¿qué tendríamos que hacer en el sector ganadero para llegar a buen puerto, para poder plantearle a los políticos cuál es el modelo que el sector, como cadena, ya que creo que ese es el camino?
Luis Bameule: En lo personal, creo que lo primero hay que iniciar, y en algunos niveles eso se está dando, es un debate, talleres, diálogo, acerca de en qué medidas hay consenso para solicitar. No estamos en la misma situación que hace algunos años, en el 2005 cuando el gobierno empezó a intervenir fuertemente porque subía la exportación, tengo que decirles que es cierto, quizás el entonces presidente Kirchner pidió parar, pero en nuestro caso las discusiones más duras las teníamos con el ministro de economía Lavagna que era una persona independiente, quien quitó los reintegros de exportación y triplicó las retenciones en carnes, y amenazó con subirlas al 25% si no bajaba el precio del ganado. Con esto quiero decir, la línea de privilegio ultraja al mercado interno cueste lo que cueste, ésto no es solo del presidente Kirchner ni de Moreno, es algo que viene en Argentina desde hace muchas épocas, hubo otras épocas con situaciones parecidas. También es cierto que hubo situaciones al revés, en la segunda presidencia de Perón, se prohibió la exportación de cuartos delanteros, pero se facilitó el 100% de la exportación de los traseros porque hacían falta divisas. En época de Perón y en época de Illia hubo veda al consumo interno, no veda a la exportación, las carnicerías podían estar una semana abiertas y a la siguiente cerradas, porque había que dejar saldos para exportar, por eso opino que si seguiríamos con la misma política apuntaríamos hacia algún lado, lo que hemos tenido es una gran variabilidad de políticas que en los últimos años se fue para un extremo. Ahora, concretamente en referencia a la pregunta, creo que hay que actuar más en las cámaras, en los CREA, en este tipo de reuniones, etc., tratando de unificar criterios que lleguen a no más de 6 ó 7 medidas, que sean llevadas a las autoridades y no que dos, sí dos, te las cambio por ésta, una por aquella... no pero ésta no me gusta. No, tienen que ser 6 ó 7 que todos acordemos que son necesarias para el largo plazo, porque sin visión de largo plazo es imposible trabajar. En las discusiones que tenemos con las autoridades del gobierno "no" se puede hablar de largo plazo, está terminantemente prohibido, se habla de "mañana", las cosas se necesitan para mañana. Cuando les decimos, pero así nos quedamos sin carne dentro de 6 meses, nosotros construimos el largo plazo día por día, ésta es la respuesta textual que recibimos, así nos va yendo y así nos estamos acercando a chocarnos contra la pared. Entonces hay que sentarse a hablar de largo plazo, hay que sentarse a hablar de 6 ó 7 medidas, no muchas más, que no van a ser las ideales para nadie y que sobre todo no van a ser una solución para el día siguiente, la solución va a estar bastante más adelante. El problema va a ser cómo nos bancamos la transición, por eso, suponiendo que mañana se eliminaran todas las retenciones, se eliminaran los controles de precios, se liberara todo, mañana habría un gran día en el mercado, sin dudas habría un gran día y habrían enfrentamientos y tal vez saqueos, no sé dónde estaría el límite de lo que podría pasar. Lo que va a haber que trabajar es con cronogramas de largo, para ir desarmando con tiempo toda esta maraña de controles, restricciones, retenciones y subsidios. Miremos un ejemplo cercano, transporte público, quizás aquí no se note tanto, pero en Buenos Aires tomar un tren para un viaje de media hora cuesta algo así como 25 ó 28 centavos de dólar, nadie puede dar un buen servicio por un viaje de media hora en tren a ese precio, entonces el gobierno para que no suba el boleto, dio subsidios, subsidios terribles a los concesionarios de los trenes, subsidios que el gobierno ahora no puede pagar, entonces qué es lo que se viene y qué es lo que se vino con la energía, con el gas, con el petróleo, se va a tener que permitir trasladar al precio, porque los subsidios no se pueden seguir dando. Entonces como los subsidios, no se van a poder seguir dando, se podrá ir pagando algo, hay que empezar a anunciar que simultáneamente se van bajando controles, que se va a liberar la exportación, que van a bajar retenciones, que van a bajar subsidios, que van a liberarse mercados, que van a estimularse 3 ó 4 sectores críticos y nada más, quizás la cría, a todo eso hay que anunciarlo con tiempo y no puede ser firmado por uno solo, no le cree nadie, a ninguno. Ahora, si hubiera una Moncloa, un acuerdo para alguno de estos sectores, la cosa por ahí tendría otro color, porque atravesaríamos un gobierno y pasaríamos a políticas de Estado, que son de mucho más largo plazo.
Víctor Tonelli: Sumo como comentario a lo que dice Luis: en cualquier proceso que se inicie sin generar un marco de confianza entre las partes y sin consensos, cualquier intento, es pérdida de tiempo, ésto ya lo hemos vivido. Existe un preconcepto de que el otro no es serio, de que el otro es un pícaro, de que el otro se queda con la diferencia, en general, no importa en qué lugar de la cadena te pongas, el otro es el problema. Si nosotros a priori, nos vamos a sentar en una reunión a generar la Moncloa de la cadena de ganados y carnes, qué les diría: no es una utopía, es una necesidad urgente, lo primero que tenemos que hacer es elegir los interlocutores, que se sienten a la mesa pensando que el otro es igual que yo, con intereses diversos pero que al final está buscando lo mismo que yo: tener un negocio previsible, un negocio rentable, un negocio de largo plazo. Si nos sentamos con esas premisas, entendiendo que el otro tiene sus problemas y sus beneficios, y que el punto de conflicto está en el momento de la transacción y dejamos de lado ese punto, les diría que el 90% de lo demás, es acuerdo seguro. El problema es el espíritu con el que no sentemos a negociar, que no es poca cosa, pero les digo un ejemplo, hace no más de un par de años AACREA generó un escenario de trabajo en la cadena de ganados y carnes, lo que llamó el foro de la cadena de ganados y carnes, contrató a una socióloga (Ana María Ruiz) que es la que desarrolló la cadena del vino y logró a lo largo de 4 ó 5 meses de trabajo prospectivo, que en todas las partes de la cadena hablaran y definieran lo que quisieran. Generaron un documento que eran las bases. Lamentablemente faltó decisión política en lo que eran en ese momento las entidades aisladas en el instituto manejado por entidades aisladas y no se fondeó para que eso avanzara. No es tarde, es el camino, yo diría que es un trabajo ya realizado que habría que tratar de rescatar.


Se habló de exportación de menudos a países de Oriente. La pregunta es ¿si a Bolivia y a Perú no se hace, o no conviene hacerlo?
Luis Bameule: Bolivia prácticamente no compra casi nada, en algún momento compraba algo de grasas y nada más. Perú compra tradicionalmente corazones y es un mercado interesante para ese producto. Nosotros en los últimos tiempos estuvimos exportando también hamburguesas a ese mercado. Chile es un gran mercado para Argentina, posiblemente hoy Argentina sea el segundo mercado, peleando el puesto con la Unión Europea, tenemos además la ventaja que es vecino. Chile es un país que ha crecido mucho y tiene un déficit importante en carne vacuna y es un excelente mercado para nosotros. Brasil es un muy buen mercado para algunos cortes como lo que llaman la picaña, que a Brasil nunca le alcanza. El secreto del negocio de carnes es tener muchos mercados para todos los productos y subproductos, hay momentos en el que uno está en suba, otro está en baja y lo que conviene es tener siempre alternativas y eso le da mucha previsibilidad al negocio y permite, y permitiría también hacer negocios de largo plazo en las compras de ganado, por ejemplo. Cuando se depende de muy pocos mercados es una chufla lo que uno se tira cuando dice voy a comprar esto a largo plazo. Así que creo que en América tenemos hoy muy buenos mercados cercanos, algunos con más poder adquisitivo que otros. Venezuela en este momento es un mercado grande para la Argentina, muy corrupta en su forma de comprar y muy burocrática, pero como está muy escasa de alimentos está demandando un volúmen grande de carne. Es cierto, salvo Uruguay y Paraguay que les sobra con la carne que tienen, en todos los demás mercados hay espacio para algún producto de Argentina.


Comparto la motivación de la charla respecto a la producción ganadera, en donde se muestra que las condiciones que nos tocaron vivir ahora llevaron a una disminución muy importante del rodeo, a una matanza que supera ampliamente el 42% de las hembras, lo cual nos hace ver que vamos a tener una oferta baja, una demanda grande, con posibilidades de mercados internacionales. Indudablemente todos estos factores generan una gran motivación para dedicarse a la ganadería. Pero en otra parte de la charla, y creo que es lo que nos preocupa a todos, especialmente a los ganaderos, a los que estamos en la parte de producción, es justamente: ¿qué hacemos con la parte de producción? Porque esta situación que se viene presentando en los últimos años es coincidente totalmente con lo que dice en la última charla. Si me monto en este optimismo, y no se me fijan políticas claras, no solo dentro del mercado interno, si no que me complican tremendamente mi continuidad en los mercados internacionales, mi pregunta es si ¿no sería peligroso montarse en ese optimismo (en el que coincido) ante una situación tan difícil en donde no se fijan políticas que no nos den una continuidad tanto en el mercado interno como en el mercado internacional?
Víctor Tonelli: Comparto su advertencia respecto a si no se genera el marco adecuado para que ésto, que es una oportunidad, se transforme en un hecho positivo a largo plazo. El riesgo está. Debo decirle que por mi temperamento optimista y por mi pasión hacia el tema, tiendo a ponerle mucho énfasis a la oportunidad que veo y que sin duda va a estar para los próximos 3 años. No tengo el mismo optimismo y no tengo la misma motivación respecto de que las políticas públicas se alineen en el largo plazo y modifiquen las razones por lo cual llegamos a ésto, por defecto y no por virtud. Ahora, también es cierto que cuando uno llega al fondo, y vamos a tocar fondo, y se van a generar fuertes conflictos y la industria va a sufrir problemas de desabastecimiento, limitaciones y de alguna manera peleas más duras respecto del margen, es posible que se genere la oportunidad para la Moncloa que estabamos hablando. De nosotros, y cuando digo nosotros, no me refiero a nivel individual, digo de nosotros aquellos que participamos gremialmente dependerá de que ésto que probablemente sea una nueva ventana de oportunidad de trabajar en una cadena de largo, se transforme en un hecho, o como Ud. dice, no vaya a ser que ésto dure 2 ó 3 años nada más, y cuando recuperemos producción, otra vez al tacho. Me parece buena su consideración y me parece bueno decirles: muchachos, se abre la ventana de oportunidad, la vamos a dejar pasar una vez más?.
Luis Bameule: Yo agregaría una cosa respecto a ésto, creo que también hay un fenómeno que en la historia de los países cada tanto pasa, que es el darse cuenta. Hay momentos en que con toda claridad se observan las consecuencias de lo que se ha hecho, en el medio, a veces se puede engañar, que es un poco lo que ha pasado en el país los últimos 2 años, ¿vieron que no iba a haber problemas? ¿vieron que no iba a faltar carne?. En el fondo cuánta gente en la Argentina sabe que el volúmen de exportaciones que estamos teniendo hoy tiene que ver más que nada con una liquidación o con la exportación de los motores y no con la producción de verdad. Poca gente sabe eso, entonces mientras siga la posibilidad de tener carne barata, la cosa va, hasta que llega el momento de enfrentarnos a la realidad y nos damos cuenta, y quizás lo malo va a ser que en un primer momento se intente pegar un pendulazo para el otro lado de 180 grados. Hace 2 ó 3 años, cuando se prohibió la exportación de carne, el gobierno no tenía ningún problema de divisas, por eso se podían dar el lujo de parar las exportaciones. Hoy, aunque quisieran prohibir las exportaciones, estarían sufriendo la falta de divisas, problemas de desempleo, no les es tan sencillo tomar una decisión de corte. Por supuesto que nos van a amenazar con el corte de las exportaciones, y personalmente pienso que del todo no las van a cortar, y si mañana se cortaran las exportaciones así, drásticamente, creo que no hay aguante político para una situación de ese tipo y sería otro frente más de problemas, digamos que se sumarían: campo, industria, los medios, peleados con el campo, peleados con Clarín, peleados con todo el mundo, no se puede vivir peleado con todo el mundo, no se cuánto podría durar una pelea de ese tipo. Entonces por ejemplo la señal de haber dicho: vamos a subsidiar a los feedlots, alguno de ustedes ¿se hubiera imaginado subsidios en el sector agropecuario 3, 5 años atrás? No entra en la cabeza de nadie. Argentina le ha peleado a todo el mundo la política de subsidios, la ha peleado a Europa, a Estados Unidos, por los subsidios que ellos daban a su producción, porque Argentina podía decir: nosotros no subsidiamos. Ahora Argentina subsidia todo, hemos perdido autoridad moral para pedir accesos a mercados, entonces creo que hemos llegado a un límite, hay algunas señales que empiezan a demostrarnos que no queda más remedio que estimular la producción, la presión que estamos recibiendo para que se construyan feedlots, para que aumentemos nosotros la oferta, para que los frigoríficos ingresen en la parte productiva, porque jamás comprábamos hacienda flaca a los frigoríficos, en el pasado nunca lo hemos hecho, ahora lo estamos haciendo y metiéndola en un feedlot para que no nos falte oferta de aquí a 3, 4, 5 meses, eso no era necesario antes. Esto está demostrando que hay un problema, creo que el darse cuenta va a ser un poco la inflexión de todo ésto, la necesidad y se acabó lo que se daba, ésto y en unos cuantos otros sectores, por ejemplo el energético.
Felipe Goizueta: Se dijo que a lo mejor bajamos a 60 kilos, el consumo per cápita de los 73 que ahora estamos comiendo. No hay que tenerle miedo a eso, desde hace muchos años la carne que más se consume en el mundo es la de cerdo, durante muchos años estuvimos consumiendo 4 kilos de carne fresca de cerdo y 3 de chacinado. Con una buena política de promoción, el año pasado pasamos en fresca a 8 y 6 a chacinado. Así que en eso también tenemos que estar preparados cuando baje la carne bovina, lamentablemente la carne de cerdo con la influenza porcina le jugó en contra a la gente, pero bueno, eso se va a revertir.


Esta nota fue publicada en las páginas Nº 52, 53, 54 y 55 de la edición digital de la revista de Noviembre / Diciembre 2009.







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