Desde hace muchos años, Sergio Fara es uno de los tenaces productores que defiende la actividad de los asociados de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), desde donde lleva como objetivo proteger el precio sostén del azúcar, luchar para que el mercado esté limpio de “azúcar no registrada” y se exporten los volúmenes necesarios para evitar la debacle del sector, donde el bietanol es también una pieza también clave. La tarea no es poca, mientras mantiene inalterable su lucha por cuidar el bolsillo, la calidad y el valor de la materia prima que nace de los surcos de los socios.
Revista PRODUCCIÓN lo entrevistó para conocer cómo evoluciona -agrícolamente- la zafra 2022, y sobre el precio del azúcar, la relación con el bioetanol y la suba de costos que los afectan, en especial de los fertilizantes y herbicidas y del gasoil, productos fundamentales para hacer funcionar sus maquinarias, trabajando con eficiencia y buscando buenos rindes.

¿Cómo se desarrolla la zafra 2022?
Prácticamente, recién comienza, tiene poco avance. En el caso de nosotros, los cañeros independientes, avanzamos lentamente, no así los cañeros industriales que tiene una mayor demanda de materia prima.
Los productores cañeros, cuando comienza una zafra, tenemos nuevas y buenas expectativas. Pero la mayoría de las veces esas expectativas se van malogrando en los rendimientos, resultados y precios para el productor.
En estos días, luego de una recorrida por la provincia, vemos que hay poca materia prima, y menos que la que tuvimos en la zafra 2021, a pesar de los comentarios y anuncios realizados desde otros sectores productivos en cuanto a hectáreas plantadas y volumen de azúcar.
Esperamos, deseamos, que una sea una zafra redituable que traiga redistribución de ingresos para todos los cañeros.
¿Cómo están los cañaverales?
Bastante buenos, pero retrasados en su rendimiento. Veremos que dan los rendimientos fabriles.
Hoy se hicieron rendimientos brutos a campo; están dando buenos resultados para la época. Pero no se sí mejorarán los tiempos culturales. Las plantaciones están muy desparejas en Tucumán, pero vienen bien.
¿El cultivo está siendo redituable en estos momentos?
Con la bolsa de azúcar de 50 kg a entre $ 3.500 y $ 3.600, con IVA incluido, no podemos tener este precio porque el cañero recibe muy poco. Considerando los $ 3.600 con IVA significa que por 1 kg de azúcar recibimos $ 72; y descontando el IVA, estamos a entre $ 2.970 y $ 2.975, que significan unos $ 57 por cada kg de azúcar. Esto no nos alcanza para cubrir los costos de producción ni para ejecutar las tareas con herbicidas y fertilizantes, y menos aún para comprar gasoil, además de que escasea. Y los fertilizantes son fundamentales para nosotros, porque no podemos trabajar sin utilizarlos, sino las pérdidas serán incalculables.
Es redundante decir que les aflige el panorama.
La verdad es que estamos muy preocupados. Por ejemplo, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) experimentó y creó variedades que se anunciaba tendrían buenos números fabriles y a campo. Pero desde hace 3 años que los rendimientos se mantienen en el 8%, aproximadamente. Es muy llamativo, además, porque en la zafra 2021, que fue sin heladas y bastante seca, no hayan mejorado los rendimientos.
Este año el panorama es más complejo.
Gran parte de los cañaverales están afectados por la sequía tuvimos en la primavera de 2021 y en parte este año 2022; es cierto que las lluvias en febrero y marzo mejoraron los cañaverales. Pero de todas maneras faltará materia prima. Esperamos que esto haga repuntar el precio final de la bola de azúcar que cobra el productor cañero.
Por eso me animo a decir que será una zafra acotada y ajustada para el sector interno. Creemos que esto hará que se incremente la producción de alcohol, lo que ayudará a limpiar el mercado de excedentes, a la vez que colaborará para que el precio del azúcar repunte.
¿Cómo están con el precio de los subproductos de la caña de azúcar?
Nosotros no accedemos a recibir algo por esos subproductos. Hoy estamos a cero, no recibimos nada. Los industriales no quieren la participación del cañero en este punto. Por eso es que necesitamos de políticas públicas adecuadas, para que de la producción total de la caña y de sus subproductos participen los cañeros. Siempre se tomó al alcohol como un subproducto, que ayudaba a limpiar el mercado de la “azúcar en negro”. Por eso, también sostenemos que la exportación de azúcar debe hacerse a precios aceptables.
¿Y en cuanto al bioetanol?
Tiene su precio actualizado de acuerdo al precio de las naftas en los surtidores. Eso es muy bueno, pero los cañeros necesitamos que tenga un mejor valor a futuro.
Por eso, estamos convencidos de que es muy importante la producción de alcohol, ya que sostiene el mercado interno para equilibrar la demanda y permite exportar lo necesario.
Sin dudas que todo esto ayudará a la economía de Tucumán, porque la actividad azucarera es el pilar de la economía de nuestra provincia.
¿Qué necesitan para que mejore este contexto?
Nos faltan políticas públicas, porque el productor cañero es la parte más débil de la cadena azucarera. Además, nos manejan la balanza y los rendimientos.
Recordemos que se creó el IPAAT (Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol de Tucumán), pero se desvirtuó; fue una iniciativa y de lucha de UCIT.
El IPAAT es un organismo de estadísticas, nada más, que se hacen en función de los datos que brinda la industria azucarera. Recuerdo que sobre este tema mantuvimos una polémica con el Ministro de la Producción de la Tucumán, y no hubo ni hay medidas que nos ayuden.