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Mar/Abr 2013


Soja

Los campos sojeros del NOA otra vez debieron lidiar con la seca

Revista PRODUCCION: Los campos sojeros del NOA otra vez debieron lidiar con la seca
 

Las lluvias registradas durante la segunda quincena de febrero lograron aliviar en algo el déficit hídrico que registraban varias regiones del país entre ellas el NOA. Si bien en muchas de estas zonas el alivio fue efectivo, no significa que las pérdidas potencial de rindes generadas por la prolongada ausencia de lluvias y elevadas temperaturas se minimicen. De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en grandes áreas de Tucumán, Salta y Santiago del Estero, muchos de los cuadros de soja de primera se vieron afectadas por la seca cuando transitaban su período de mayor sensibilidad al estrés termo-hídrico. "Lo que se logró con el agua caída es que el potencial de rinde no continúe cayendo. Gracias a ello aún se puede sostener la proyección de producción de 50 millones de toneladas de soja para la campaña en curso".
Antes de las lluvias de febrero, el NOA no sólo registraba importantes recortes sobre el potencial productivo a cosecha, sino que también presentaba pérdidas de lotes en varios de los departamentos que conforman la región. No obstante, no se descarta la posibilidad de alcanzar rendimientos regionales próximos a los promedios históricos. "Las lluvias de febrero lograron frenar las pérdidas de lotes y de potencial de rinde", se indicó desde el INTA, instituto que reconoció que las escasas e irregulares precipitaciones registradas en las provincias del Noroeste Argentino en los últimos meses afectaron a los cultivos de soja, maíz y poroto, ya que en relevamientos sobre campos, en la primera quincena de febrero muchos lotes mostraban evidentes signos de estrés hídrico.
A su turno, Daniel Ploper, Director Técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres reconoció la situación y fue contundente al referirse a la adversidad climática sufrida por los cultivos de verano: "Estamos muy preocupados porque en los últimos dos años tuvimos campañas muy desfavorables con pérdidas que han afectado al 60 por ciento de la producción tucumana de soja y maíz que siempre estuvo por arriba de la media nacional. El año pasado (2012) se sacó por debajo de los 1.300 kilos por hectárea, muchos productores tuvieron grandes pérdidas y este año se está repitiendo. El año pasado tuvimos un arranque bueno pero este año nunca arrancamos bien. Siempre, desde el principio, arrancamos con el grueso de la siembra de forma tardía, y cuando uno tiene pérdidas en siembras tardías habla de pérdidas importantes. Si a eso le sumamos lotes con estrés hídrico fuerte, estamos en una situación complicada. Los últimos años fueron muy desfavorables para la producción en el NOA, con productores que arriesgan un capital importante y luego el clima termina destruyendo todo. Creo que se deben tomar decisiones políticas importantes en la materia pues se tiene que entender que acá no hay nada garantizado y la producción siempre está sometida a la inclemencia del tiempo climático".
A su turno, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Robles Terán, también dijo que la situación de la soja es complicada, advirtiendo que habrá pérdidas muy importantes. "Las lluvias que se dieron a fines de febrero fueron escasas en muchas zonas de cultivo de granos, dándose más precipitaciones en la zona pedemontana y en las montañas, en cambio, en la mayoría de las tierras de llanura fue escaso el aporte de agua. En los granos en general, existe una caída muy fuerte del potencial de rendimiento en los lotes que se pudieron sembrar".
En ese contexto, surgió que en la provincia hay lotes con un potencial de rendimiento muy bajo y otros que directamente se perdieron y no se cosecharán. "Hay lotes de soja con rodales muy grandes perdidos; lotes chicos que no avanzaron nada después de sembrados y muchos lotes que ya están en floración y sólo con algo de chauchas".
Desde la Sociedad Rural de Salta, también hablaron sobre el tema de la sequía y aclararon que a pesar de las últimas lluvias registradas a partir del 18 de febrero, la situación de las principales regiones agrícolas de la provincia, la suerte ya está echada. "El daño que causó la prolongada sequía es, en la mayoría de los casos, irreversible", indicó en un comunicado la Comisión Directiva de la Sociedad Rural Salteña.
Los ruralistas dieron a conocer un diagnóstico de la situación elaborado por la entidad en la que destacaron la gravedad de la misma. "Alrededor de 70.000 hectáreas de soja y maíz perdidas en el departamento de Anta y otras tantas en el norte y sur de la provincia. A esto se suma una importante superficie que directamente no se sembró por falta de humedad. En maíz, de 65.000 hectáreas que estaban planificadas para siembra, se implantó solo el 70%, de las cuales el 20% hoy está en estado crítico. Para la soja se estima un rinde promedio de 1.200 kilos, muy por debajo de los guarismos normales, con muchos lotes fracasados que no llegarán a cosecha", se subrayó desde la entidad que dirige Luis Patrón Uriburu.
Los ruralistas plantean la necesidad de buscar soluciones tendientes a paliar la situación, entre las que se barajaron la declaración de emergencia agropecuaria, a nivel provincial y nacional que permitan al productor afrontar los quebrantos de la campaña.
En el departamento de Anta, la situación fue calificada como "dramática": Entre el 40% y el 30% de la soja sembrada este año ya es irrecuperable. Desde octubre de 2012 hasta mediados de febrero sólo llovió aproximadamente el 50% de lo que se registra en un año normal. A todo se debe sumar que la campaña del año pasado también fue mala.
Según los productores salteños, el promedio de toneladas en todo el departamento en años normales ronda el millón, pero sólo se cosecharon unas 650.000 toneladas.
En Las Lajitas (la localidad pertenece al departamento de Anta, concentra el 65% de la producción provincial de soja, con 230.000 hectáreas), según datos dados a conocer por los productores de la zona, obtuvieron sólo 900 kilos por hectárea, cuando el promedio oscila los 2.900.
"La sequía de la campaña 2012/2013 es una de las peores que se registraron hasta ahora, no sólo por la falta de precipitaciones, sino también por las altas temperaturas que las acompañaron. La superficie de cultivos afectados por la sequía es del 100% de lo sembrado, con diferentes grados de pérdidas. A la fecha, efectivamente ya se perdió un 30% de la superficie de los cultivos sembrados. El rendimiento promedio esperable sería equivalente a un tercio o poco más del rendimiento normal. Si la situación sigue como hasta ahora, sin lluvias de importancia, se perderá prácticamente el 80% de los cultivos", explicó Federico Mónico, Jefe de la agencia del INTA en Joaquín V. González a la prensa local.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Tucumán, Víctor Pereyra, también fue crítico sobre la actual campaña de granos en la provincia.
"La zona sur es la más afectada, con perfiles muy secos, a diferencia del área noreste, puesto que hay daños importantes", dijo.
Si bien se registraron precipitaciones en los últimos días, esas precipitaciones no evitaron un nuevo recorte de la campaña. Y es que el panorama de la producción de granos de la provincia, presenta rasgos poco auspiciosos.
Las precipitaciones durante la segunda quincena de febrero si bien no alcanzaron a cubrir toda la región agrícola del país, en los lugares donde se registraron sirvieron para frenar un poco la caída de la cosecha. La sequía, no obstante, dejó su huella.
"Varias localidades ubicadas sobre el centro y norte de Santa Fe, centro y norte de Córdoba, centro y norte de Entre Ríos y en las provincias del Norte comprendidas por las regiones del NOA y el NEA recibieron buenos volúmenes de agua que interrumpen el déficit hídrico y el contínuo deterioro de los cultivos de soja y maíz", según un análisis de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En Santiago del Estero, también la falta de agua incidió en la campaña de granos gruesos, especialmente en lo que hace a soja y maíz.
El productor de la zona de Añatuya, Daniel Llebeili, declaró que las lluvias fueron pocas y por parte. Buenas en algunos lugares y bajísimas en otras llevando a que peligre la cosecha en su totalidad. "En algunos lugares la situación es muy crítica y no sabemos cómo será el rinde del grano si la lluvia no acompaña en el momento de la floración. Creemos que será imposible contar con buenos rindes, más si nos remitimos a la campaña pasada cuando por hectárea sólo sacamos de 1.500 a 500 kilos".
Asimismo, dijo que en los campos sojeros que venían de hacer trigo en 2012 el rinde fue uno de los más bajos de los últimos tres años, con 500 kilos por hectárea, casi nada, por lo que en algunas zonas los productores lo dejaban abandonado, no lo levantaban.
Señaló que en la zona donde se hizo trigo los productores optaron por iniciar las siembras a principios de diciembre, con grupos de madurez largos. En localidades como Bandera, Quimilí y Añatuya, la soja se hace generalmente sobre rastrojos de maíz y trigo.
"Por ejemplo, este año en mi campo llovió algo así como 65 milímetros, pero al vecino no le llovió ni 30 milímetros a pesar de estar a 50 kilómetros. Creo que va a ser una campaña muy despareja en cuanto a soja en Santiago del Estero", dijo.
Sin embargo, aclaró que este año en la zona sur de la provincia se hizo mucho maíz por el tema de rotación del suelo para no hacer tanto monocultivo. "Pero el maíz también está sufriendo la seca, tal vez más que la soja. Por ahí la soja acompaña y aguanta un poco más el estrés hídrico porque el milimetraje obtenido no fue de gran consideración y sumado ésto a las altas temperaturas, a los pocos días el perfil del suelo se encontró sin humedad", sostuvo.
Las lluvias de febrero fueron muy desparejas: el estrés hídrico genera importantes reducciones en los rendimientos hecho que se hace evidente en los manchones y lotes que no llegaron a germinar. En general se encuentra en etapas vegetativas pero los lotes más adelantados están iniciando la floración con un casi total aborto de las mismas por las condiciones de estrés hídrico y elevadas temperaturas.
En el caso del algodón, precisó que este año no se hizo "porque no hubo perfil de humedad en el suelo y donde se sembró algo, la sequía hizo un verdadero desastre".
Vale la pena recordar que el aporte en tiempo y forma de las lluvias en noviembre de 2012 favoreció la acumulación de agua en el perfil del suelo, lo que permitió en la región el inicio de la campaña sojera 2012/2013 con buenas perspectivas.
Desde las precipitaciones (octubre/noviembre) que generaban buenas perspectivas y permitían diferenciarla de la pasada, que se caracterizó por la falta de lluvias y las altas temperaturas, llevando a que el rendimiento promedio de la soja sea de 1.230 kilos por hectárea, algo así como un 62 por ciento inferior al ciclo 2011.
En 2012 en Tucumán hubo una producción del orden de las 284.400 toneladas, porque hubo una gran variabilidad en los rindes, con extremos de 500 kilos por hectárea, hasta 2.600 kilos, y área sin cosechar, porque el rendimiento ni siquiera, cubría el costo de la trilla.

Revista PRODUCCION: Los campos sojeros del NOA otra vez debieron lidiar con la seca
 
Por Fabián Seidan

Portada de la Edición correspondiente a esta nota Esta nota fue publicada en las páginas Nº 34, 35 y 36 de la edición digital de la revista de Marzo / Abril 2013.
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