El INTA Rafaela realizó un Análisis comparativo de la reducción de las pérdidas de cosecha de trigo y soja, en función de la evolución tecnológica de las cosechadoras y su antigüedad. En esta nota se exponen los resultados de todas las evaluaciones de pérdidas en cosecha de granos (trigo y soja) realizadas durante los años 2005 a 2007.
Para tal fin se confeccionó una base de datos con los resultados de todas las evaluaciones de pérdidas en cosecha de granos (trigo y soja) realizadas durante los años 2005 a 2007, en los siete departamentos del área centro de la Provincia de Santa Fe, zona de influencia de la EEA Rafaela.
Para poder realizar el análisis comparativo sobre la evolución tecnológica de cosechadoras, se consideraron máquinas modernas aquellas que, al momento de la realización de la evaluación de pérdidas, contaban con nueve o menos años de antigüedad. Por el contrario aquellas con más de nueve años, se las incluyó dentro del grupo de cosechadoras de menor avance tecnológico.
El avance tecnológico generado en el último decenio tanto en máquinas nacionales e importadas, es debido a la incorporación de motores de mayor potencia, mejoras y ampliaciones en las prestaciones electrónicas en cuanto a monitoreo, funcionamiento y regulación de la cosechadora desde la cabina, mejoras sustanciales de diseño de los elementos de trilla (implementación de un acelerador adelante del cilindro tradicional y/o mayor diámetro de cilindro y superficie de colado). Además una mayor seguridad y eficiencia de los variadores de cilindro, sacapajas más eficientes por mayor colado y uso de sacudidores intensivos. Sistema de retrilla independiente, correcciones de diseño de los sistemas de limpieza (inclusión de simple y doble efecto de limpieza neumática sobre la zaranda superior). Conjuntamente la fuerte inclusión en el mercado de las cosechadoras con sistema de trilla y separación axial e importantes mejoras en la eficiencia de corte y alimentación logrado por los cabezales de última generación.

TRIGO
Para este cultivo se analizaron un total de 51 cosechadoras, de las cuales 35 poseen una antigüedad de nueve años o menos y el resto (16) superan dicha antigüedad. (Cuadro 1)
Las humedades de cosecha registradas, se mantuvieron entre 11 y 16% sin diferencias significativas entre lotes cosechados por máquinas de diferente evolución tecnológica.
El parque de cosechadoras evaluado durante el período 2005-2007, presenta una diferencia en promedio de diez años de antigüedad.
Las pérdidas por cabezal se ven levemente incrementadas a pesar de ser cosechadoras más modernas. Circunstancias tales como su mayor ancho de trabajo, revolcado y desuniformidad en altura de cultivo, falta de ajuste adecuado del molinete y una velocidad de avance en promedio 10% superior; se combinan para determinar pérdidas por cabezal, un 10% superior en las de mayor adelanto tecnológico.
Se observa una importante reducción de pérdidas por cola entre las máquinas de diferente generación, debido a la evolución en los sistemas de trilla, separación y limpieza, siendo éstas 60% menores.
Podemos observar que las máquinas de mayor grado tecnológico, logran reducir las pérdidas de cosecha a la mitad de las producidas por las de menor desarrollo y ello ocurre además en lotes con rendimientos promedio un 7% superior y a una velocidad de avance 10% mayor.
Comparativamente las cosechadoras modernas son 100% más eficientes en la reducción de pérdidas de granos de trigo, en función del rendimiento.
Al analizar los 51 datos obtenidos de las evaluaciones de pérdidas de cosecha de trigo en relación a la antigüedad de las máquinas cosechadoras, muestra una tendencia que por cada año de disminución de la antigüedad de las cosechadoras se reducen las pérdidas de cosecha de trigo en 3,66 kg/ha.
El resultado del análisis del test de Student arrojó una diferencia significativa de los datos utilizados, para las regresiones, con un error menor al5%.

SOJA
Para este cultivo se evaluaron un total de 109 cosechadoras, de las cuales 71 poseen una antigüedad de nueve años o menos y el resto (38) superan dicha antigüedad. (Cuadro 2)
Las humedades de cosecha registradas, se mantuvieron entre 12 y 18% sin diferencias significativas entre lotes cosechados por máquinas de diferente evolución tecnológica.
El parque evaluado durante el mismo período, presenta una diferencia en promedio de casi 16 años de antigüedad. Comparativamente las máquinas evaluadas durante la cosecha de trigo son más modernas que las utilizadas en soja, lo cual es lógico debido que, el trigo es un cultivo con un área de siembra y valor del producto menor, por lo tanto no todas las cosechadoras son utilizadas, como si lo son en el cultivo de soja.
Las máquinas modernas en general muestran haber trabajado en lotes con rendimientos promedio un 10% superior aproximadamente y a una velocidad de avance 19% mayor.
Las pérdidas de plataforma se lograron reducir más del 38%, posiblemente debido a la inclusión de los controles electrónicos en los circuitos hidráulico de los comandos de copiado de la barra de corte flexible, altura de corte y control de la inclinación lateral del cabezal, como así también en los comandos de rotación del molinete con respecto de la velocidad de avance. Además se observó un mayor porcentaje de operarios concientizados en la necesidad de un mayor cuidado de la capacidad de corte de su barra flexible.
Se observa una reducción de 32% de las pérdidas por cola en las máquinas de nueva generación, debido a la evolución en los sistemas de trilla, separación y limpieza. Ello posiblemente se deba a que en soja es mayor el volumen de paja a procesar con una alta influencia de las condiciones del cultivo, determinando un mayor índice de alimentación de paja y grano debido a mayor velocidad de avance, casi un 20% mayor. Vemos entonces cómo se tiende a aprovechar la mayor potencia de los motores en las cosechadoras más modernas.
Podemos observar que las máquinas de mayor grado tecnológico, logran reducir las pérdidas de cosecha en más del 35% que las producidas por las de menor desarrollo.
Comparativamente las cosechadoras modernas son 70% más eficientes en la reducción de pérdidas de granos de soja, en función del rendimiento de los lotes.
La mayor eficiencia no sólo es por mayor capacidad de trabajo, sino que además le brinda al operario una labor más confortable dentro de la cabina. Ello le genera menor estrés al no tener que mantener absoluta atención durante el manejo. También se producen menores interrupciones por roturas, defectos o inconvenientes, las que originan pérdidas de tiempo. Todo ello, al final de campaña ocasiona una mayor retribución económica, lo cual mantiene la motivación por cuidar en buenas condiciones su fuente de trabajo.
Al relacionar los datos obtenidos de las evaluaciones de pérdida de cosecha de soja considerados en este trabajo y al combinar en un mismo gráfico los datos de pérdidas de cosechadoras con la antigüedad de la misma, los datos indican que para el cultivo de soja por cada año de disminución de antigüedad muestra una tendencia en reducir las pérdidas de cosecha en 1,81 kg/ha.
El resultado del test de Student arroja una diferencia significativa de los datos utilizados para regresiones con un error menor al 5%.