Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


EL AMBIENTE Y LA PRODUCCION

Es muy posible que efectuada una encuesta tanto entre ciudadanos como entre productores y empresarios sobre los problemas de origen ecológico que tengan les costaría precisarlos y mucho más cuantificarlos. Al menos no de otro modo puede entenderse la conducta antiecológica predominante que se observa en general. Este error de diagnóstico provoca pérdida de calidad de vida en los primeros y deterioro en la estructura de producción y pérdidas económicas en los segundos.
A esto debemos sumar la falta de protagonismo de los gobiernos que introducen más o menos erráticamente el vocablo ecología en sus discursos sin ponderar realmente su incidencia. Eso, nos presenta la realidad de la poca conciencia de las autoridades sobre el deterioro del ambiente y su efecto sobre las personas y demás seres vivos. Esta forma derrochona y edonista de gastar los recursos, rasgo característico del tercer mundo, se basa en la falta de capacidad de previsión —conocer las consecuencias a mediano plazo de lo que hoy estamos haciendo.
La caña de azúcar, cultivo en general conservacionista, está llamado a dejar de serlo por conveniencias económicas inmediatas y la falta de caracter para asumir las funciones que le competen a los "funcionarios". Esta falta de previsión, los lleva a quemar el cañaveral perdiendo de este modo toneladas de materia orgánica que naturalmente volverían a cerrar un ciclo en el suelo, devolviéndole parte de la fertilidad que se le quitó.
En el mejor de los casos —esto es cuando se logró determinar la mejor práctica de cultivo— un suelo genera una cantidad de producto que está compuesta por un capital + una renta. Esa renta es lo que debemos extraer sin alterar nuestra estructura productiva si pretendemos los tan ansiados rendimientos sostenidos en el tiempo.
Es este sentido, es facil entender que dentro de unos años esos suelos habrán perdido suficiente materia orgánica para disminuir su productividad, y que se pretenderá aumentar con el agregado de fertilizantes, siguiendo una tendencia generalizada hoy en granos como es reemplazar la función del suelo de laboratorio biológico a simple soporte mecánico para los cultivos y del cual para esperar algo de producción deberemos suministrarle antes una suma de "inputs" —agua, nutrientes, etc— que hacen al campo cada vez más dependiente de sus proveedores y menos de la naturaleza.
Lamentablemente, dependemos de la novedad más que de la originalidad, y hoy en día tenemos asociada la frase "nuevas reglas de juego" a sistemas productivos de tipo salvese quien pueda, donde el fin inmediato justifica los medios, sin aprovechar la experiencia local que tenemos en cuanto al costo del deterioro del ambiente desde el punto de vista plroductivo.

Ing. Agr. Carlos Alberto Avila






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