Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


EL BOOM AGRO INMOBILIARIO


La evolución del cultivo del limón y los buenos precios de los granos reactivaron la compraventa de fincas.
Una hectárea cuesta entre 2.500 y 3.000 pesos.
Los precios varían si es que el predio cuenta con riego.


La favorable evolución que ha tenido en la provincia la actividad citrícola ha repercutido notoriamente en los negocios inmobiliarios. Según un informe elaborado por la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Tucumán, que preside José Eduardo Gordillo, "actualmente existe un resurgimiento importante en la compraventa de tierras para plantaciones de limoneros". Pero también se ha incrementado la demanda de campos para cultivar granos, que en este momento están obteniendo buenos precios tanto en el mercado interno como para la exportación.
Gordillo explicó que "la venta de fincas para plantaciones de cítricos se intensificó a partir del ultimo año, sobre todo en el oeste de la provincia, en la zona pedemontana". El empresario aclaró que en estos momentos es difícil encontrar tierras aptas para plantaciones de citrus que se puedan comenzar a explotar de inmediato; lo que se consigue son ofertas de tierras aptas para dicho cultivo pero sin desmontar.
También hay una gran oferta de tierras para citrus que tienen por lo general plantas viejas o naranjales, y por lo tanto se vende más barato. Dada esta situación, los pedidos están orientados mayoritariamente -señaló Gor-dillo- hacia las fincas terminadas, es decir, llave en mano, ya que el comprador busca de entrada comenzar a ver la rentabilidad del negocio. En cuanto a los precios, el empresario inmobiliario detalló que en tierras aptas y desmontadas, sin plantas, la hectárea cuesta entre 2.500 y 3.000 pesos. Si los terrenos están alejados de la zona pedemontana, el precio puede llegar a 2.000 pesos la hectárea. En tanto, los terrenos con monte cuestan entre 600 y 1.000 pesos según su ubicación.

GRANOS Y ALGODON

Gordillo destacó que hasta hace un par de años no existía una fuerte demanda de tierras para granos, pero ahora, con el precio alcanzado en los mercados internacionales por la soja, el trigo y el maíz, se ha incrementado la búsqueda de terrenos para esta actividad.
En el caso de la soja que siempre se cultivó en zonas marginales, como del este tucumano, donde hay problemas de heladas y pocas lluvias, una finca desmontada cuesta 700 pesos la hectárea pero puede llegar a los 1.100 pesos si llegara a tener riego y una infraestructura importante.
Asimismo, se ha reactivado la compraventa de tierras para la plantación de algodón. Esto también obedece a una mayor demanda de este producto, en particular por los países del llamado Primer Mundo, donde en los últimos años se ha incrementado la tendencia de volver a lo "natural", lo que trajo como lógica consecuencia, una mejora en el precio de las fibras de algodón. En definitiva, dijo Gordillo, "se está produciendo un boom agroinmobiliario que beneficia a la economía provincial en su conjunto".

Informe proporcionado por la CEIT
Fuente:
Propiedades del NOA
Nº 21 - Enero/Febrero 1997









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