Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


DESFLORE Y CONTROL
DE BROTES EN TABACO BURLEY


Esta práctica junto con la fer-tilización, son las dos que mayor incidencia tiene sobre los rendimientos y calidad de tabaco.
Si bien el desflore y el desbrote son labores bien definidas individualmente, en la práctica son complementarias y ambas muy necesarias.
Una buena tarea de desflore y desbrote implica:
*.- Mayor rendimiento en peso (incremento 25-30%).
*.- Mayor calidad.
*.- Menor intensidad de enfermedades que dañan las hojas.
*.- Disminución de la población de insectos (pulgones, cogollero, pulguilla).
*.- Uniformidad en la maduración.


HABITO DE CRECIMIENTO DE LA PLANTA DE TABACO

La planta de tabaco tiene un hábito de crecimiento apical. Esto significa que el ápice de crecimiento ubicado en el extremo superior (cogollo) de la planta, es el que domina y regula el crecimiento de la planta.
Así, crece una forma vertical produciendo hojas, hasta un determinado momento del ciclo de vida de la planta que, regulado por cambios fisiológicos dentro de la misma, ese ápice vegetativo se transforma en ápice reproductivo, dejando ya de producir hojas, para dar lugar a la aparición de flores (parte reproductiva de la planta).
La "estrategia" de todo ser vegetal es perpetuar la especie, mediante la floración y consecuente producción de frutos y semillas.
Pero en el cultivo de tabaco, a diferencia de otros, lo que se comercializa son las hojas, y no los frutos o semillas.
Es en este momento (floración) cuando se deben remover las estructuras florales de la planta de tabaco, para lograr la mayor producción de hojas evitando el desvío de energía que demanda la floración.
Con la práctica del desflore (también llamado capado o despunte) se rompe la dominancia apical de la que habláramos.
Consecuentemente, ante la imposibilidad de fructificar (como sería natural si no capáramos la planta), la misma deshinibe las yemas latentes existentes en cada axila foliar, haciendo que nuevos brotes intenten florecer para perpetuar la especie.
Este proceso de brotación axilar acarrea la necesidad de inhibir estos brotes mediante métodos químicos, para lograr nuestro principal objetivo, que es producir hojas de tabaco de calidad para su comercialización.
Dos aspectos o variables a tener en cuenta para el desflore:
1.- Altura del desflore.
2.- Momento adecuado del desflore.

ALTURA DEL DESFLORE

La altura del desflore está directamente relacionada con el vigor y desarrollo de la planta.
- A mayor vigor, mayor altura de desflore.
- A menor vigor, desflore más bajo.

Otra forma, es juzgar la altura del capado en base al tamaño de la hoja superior que se dejará en la planta, la cual no deberá tener menos de 20 cms.
Las hojas tiradas en el desflore, representa una "pérdida aparente", puesto que éstas se recuperan con el incremento de tamaño y peso de las hojas que quedan en la planta.
Como término medio una planta debe ser desflorada entre 18-20 hojas.

MOMENTO ADECUADO DEL DESFLORE

Se debe realizar esta labor cuando la plantación presenta entre un 30-40% de botón floral.
La uniformidad de la plantación permitirá realizar un mejor desflore. Es preciso acotar que para lograr una flo-ración pareja es fundamental iniciar la plantación con plan-tines de buena calidad (sanos y fuertes).
Está comprobado a través de diversos ensayos, que por cada día de retraso en esta práctica, se pierden entre 25-30 kgs. de tabaco seco y curado/Ha.
Es conveniente tener en cuenta el momento del ingreso a la plantación para esta labor. Es preferible hacerlo en horas de temperaturas moderadas, aprovechando así la turgencia de la planta facilitando considerablemente el desflore.
Un desflore fuera de término incide directamente en la calidad final, puesto que las flores y los brotes consumen nutrientes, energía y agua de la planta; lo que implica menor rendimiento y calidad.

CONTROL DE BROTES

Al efectuar el desflore es de vital importancia controlar los brotes.
Es conveniente eliminarlos lo más pequeños posibles.
El momento ideal para dicha práctica es junto con el desflore, es aquí cuando más eficiente será la acción del desbrotador, ya sea de contacto, sistémico o la mezcla de ambos.
En el momento del desflore se debe tener en cuenta la presencia de brotes mayores de 2 cm, los cuales deberán arrancarse manualmente puesto que los inhibidores no actuarán efectivamente sobre ellos.

APLICACION DE INHIBIDORES

La forma más usual de aplicación es utilizando recipientes diversos. Dicha práctica ocasiona una incorrecta dosificación del caldo, provocando el escurrimiento por exceso hasta tocar el suelo; o bien un control insuficiente de brotes por falta de producto.
Otro inconveniente que acarrea este tipo de aplicación es la decantación del caldo, lo cual conlleva a una constante agitación para evitar dicho efecto.
Es importante recordar que el producto nunca debe llegar a tocar el suelo, puesto que es perjudicial para el cultivo y consecuentemente no es redituable.
Para la aplicación más eficiente se recomienda el uso de mochilas con dosificadores, de manera que el caldo aplicado llegue efectivamente a todas las plantas con la misma cantidad, logrando así un mejor aprovechamiento del producto.
No olvide que un retraso en el desflore o mal control de brotes, supone una gran merma de calidad y sobre todo pérdidas de kgs./días de retraso.

Dpto. Agronomía de
Massalín Particulares
La Cocha - Tucumán









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