El papel que desempeñan las garrapatas en la transmisión de agentes patógenos
al ganado es conocido por los productores pecuarios del norte argentino. En esta región,
así como en gran parte de Sudamérica, las babesiosis (Babesia bovis y Babesia
bigémina) son responsables de considerables pérdidas en la producción
ganadera bovina. Esas infecciones son transmitidas por el Boophilus microplus, garrapata
también involucrada en la vehiculización del Anaplasma marginale, agente causal
de la anaplasmosis bovina.
Pero otras especies, incluido el hombre, tampoco están libres del ataque de estos
ectoparásitos. Asimismo, la literatura médica y veterinaria abunda en ejemplos
sobre enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas. Tal el caso de la Enfermedad de
Lyme, causada por una espiroqueta (Borrelia burgdorferi) en habitantes de ciertas áreas
de Europa y USA. La misma es transmitida principalmente por garrapatas del género
Ixodes, si bien hace poco se ha incriminado a otros géneros (entre ellos Rhipicephalus y
Amblyomma) en su vehiculización.
Con pocas excepciones (Minoprio y otros, 1994), no existen en Argentina registros
documentados de patologías humanas atribuibles a la inoculación de agentes
patógenos por garrapata. Un reciente estudio serológico (Seijo y otros, 1995)
confirmó la ausencia de anticuerpos anti-B burgdorferi en residentes de tres provincias
del NOA (Jujuy, Salta y La Rioja).
Sin embargo, hace años se reconoce el ataque de habitantes de la región por garrapatas
"duras" (Ixodidae), que usualmente parasitan a animales domésticos (Boero, 1957;
Ivankovich, 1973). El Laboratorio de Salud Animal del INTA-Salta efectuó algunos
trabajos que ampliaron el conocimiento de este aspecto. Personal de ese Laboratorio
colectó 514 ejemplares de garrapatas que entre 1976 y 1990 atacaron a habitantes de
Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca. Las muestras provinieron de casos producidos
durante trabajos de campo destinados al estudio de las garrapatas, así como ataques
sufridos por personas ajenas al organismo que las remitieron al Laboratorio para su
identificación (Guglielmone y otros, 1991).
La mayoría de los ataques se debieron a especies del género Amblymma (Tabla
1), en coincidencia con las observaciones previas de Boero (1957) e Ivankovich (1973).
También se registraron ataques por Boophilus microplus, aunque únicamente en
personal que las colectaba del ganado, y un solo caso de parasitación por Rhipicephalus
sanguineus en una niña de la ciudad de Salta.
El bajo número de B. microplus hallados, sumado al hecho de su presencia exclusiva en
operarios, caracteriza a esta parasitación como un evento meramente ocupacional. Por
otro lado, la ocurrencia de nuevas infestaciones humanas por R. sanguineus no resultaría
extraña, considerando que el único caso se observó en un área colonizada
en forma relativamente reciente por esa especie (Guglielmone y otros, 1989).
Las especies de garrapatas encontradas con más frecuencia en humanos, Amblyomma
neumanni y Amblyomma cajennense, presentan distribución coincidente en el
área central de las regiones chaqueña y amazónica del NOA (Guglielmone y
Hadani, 1982). Estudios adicionales realizados en bovinos permitieron determinar que todos los
estadios del A. neumanni abundan de mayo a julio, mientras que las larvas, ninfas y adultos del
A. cajennense predominan de junio a agosto, agosto a noviembre y noviembre a enero,
respectivamente (Guglielmone y otros, 1990). Por otra parte, las áreas forestadas
constituyeron para los bovinos fuente de mayores infestaciones por larvas y ninfas de
Amblyomma que las áreas deforestadas (Mangold y otros, 1994).
En forma reciente se registró también la infestación de humanos por
ejemplares de garrapatas 'blandas' (Argasidae), que fueron recibidos en el INTA - Salta para su
estudio. Los parásitos, identificados preliminarmente como Argas spp., atacaron en su
domicilio a residentes de la puna salteña (Cobres, departamento La Poma). Los
argásidos son menos prolongados ayunos. Por su hábito alimentario discontinuo,
son comparables a los hemípteros de las familias Cimicidae (chinches) y Triatomidae
(vinchucas). Como resultado, exhiben un mayor potencial para la vehiculización de
infecciones, dado el frecuente cambio de hospedadores que realizan. La enfermedad de las aves
conocida como borreliosis (Borrelia anserina) constituye un ejemplo de la capacidad de
transmisión de agentes patógenos por las garrapatas de este género.
TABLA 1. Especies y números de garrapatas halladas en humanos entre marzo de 1976
y marzo de 1990 en cuatro provincias del noroeste argentino.
Especie de garrapata Machos Hembras Ninfas Larvas Total Amblyomma neumanni 33 41 144 0 218 Amblyomma cajennense 35 30 81 0 146 Amblyomma parvum 9 13 0 0 22 Amblyomma spp. 0 0 10 110 120 Boophilus microplus 6 1 0 0 7 Rhipicephalus sanguineus 1 0 0 0 1