TABACO:
SECADO POR COMPUTACION
Un novedoso sistema computarizado de ventilación forzada para secar hojas de tabaco,
se diseñó en Italia por una inquietud de la Universidad Católica de Salta
(UCA). Los resultados de las pruebas durante el pasado verano en dos fincas salteñas,
permitieron saber que se gana calidad, se aumenta la cantidad, se acorta el tiempo de secado, y
se ahorra mano de obra.
El equipo, que demandó una inversión de 150.000 dólares para su puesta
a punto, se adapta a las estufas convencionales a leña, o a gas natural, y a las Bull Curing
(metálicas a gas). Consta de una central de gestión con la que se puede controlar
hasta cinco estufas.
La central recibe los datos de un equipo peri-férico que acopia la información que
emiten los sensores de humedad y el de temperatura que están en el interior de la estufa.
Cuando alguna de estas dos cosas no está en su nivel programado, se activa una alarma.
En el equipo perifé-rico se pueden recibir datos como el de la falta de temperatura.
Además, si se precisa humedad, con el sistema de aire se pulveriza agua caliente
mediante un ventilador para mentener la humidificación de la hoja.
"Con este sistema, que no tiene antecedentes en el mundo tabacalero, se puede mejorar el
tabaco Virginia de exportación", expresó el rector de la UCA, Patricio Colombo
Murúa.
Entre Salta y Jujuy, hay 15.500 estufas. La producción de la temporada 95/96,
llegó a los 63.800.000 kilos, de los cuales 37 millones son jujeños.
"El secado de las hojas de tabaco se hace hoy a ojo de buen cubero. No se puede seguir
así, esto va a conducir a la extinción del cultivo", señaló el rector.
"Hay nuevas variedades de tabaco Virginia que genéticamente han posibilitado aumentar
la calidad, pero que en el curado en las estufas convencionales encuentran la dificultad", dice el
ingeniero italiano Dante Forniti.
"Hace diez años, en Salta, se cultivaban 960 hectáreas. Hoy, son casi 2.100. Esto
indica que se mejoró la productividad del suelo. Pero ahora es el momento de mejorar la
calidad del tabaco. Y para lograr que el costo de la producción no sea muy elevado, hay
que acudir a la tecnología de punta", recomienda.
Para una estufa convencional se necesitan siete días, mientras que el nuevo sistema
precisa cinco para lograr un secado altamente rentable.
En el análisis efectuado, se dice que "tradicionalmente, el tiro natural de aire resulta
insuficiente, y provoca el efecto chimenea (escape de aire), que reduce el peso, malogra el color
y la calidad, insumiendo tiempos horas innecesarios". Otro cambio que produce el sistema
computarizado es que ahora se utilizan perchas de acero para colgar las hojas, y deja
atrás la caña hueca.
Fuente: Clarín Rural
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