Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA


SEMILLAS:
LA MATERIA VIVA QUE ALMACENAMOS

El valor económico que representa la semilla, refleja la demanda de un mercado, cada vez más exigente en todos sus aspectos, certificación de variedad, cultivar, pureza, capacidad germinativa, etc.


Cuando se habla en términos de "Calidad de semilla" se busca que al momento de la siembra posea una alta capacidad germinativa, no sólo desde el punto de vista de germinación sino también de vigor y con ello asegurar una rápida implantación del cultivo.
La longevidad de la semilla está determinada por tres momentos históricos vividos por ella:
1- Condiciones de precosecha
2- Condiciones de cosecha y procesamiento
3- Condiciones de almacenamiento en post-cosecha

Cualquiera de estos momentos es capaz de deteriorar la capacidad germinativa de la semilla. Los resultados de germinación (apenas cosechada), nos indican si un lote debe ser considerado para ser almacenado, como semilla o deshechado como tal. Deberá repetirse durante el almacenamiento, para constatar que no se ha deteriorado su calidad.
Para el caso de la semilla de TRIGO: En los controles próximos a la siembra se destacan pérdidas de la capacidad germinativa, debido a hongos saprofitos de almacenamiento y a insectos, que alcanzan el 10 al 15%.
Los hongos se presentan solos o asociados a daños mecánicos o de insectos; también se observan granos brotados.
En el caso de daño por insectos se puede observar que los controles no se hacen en el momento adecuado y cuando se detectan, el daño es irreversible, la semilla no se recupera.
Estos factores afectan el poder germinativo y vigor de la semilla.

CONTROL DE HONGOS DEL ALMACENAMIENTO

Típicamente son:
• Aspergillus spp.
• Penicillium spp.

Para obtener un mejor control, la semilla debe ser secada (lo antes posible), luego de la cosecha y limpiada del material extraño (previo al almacenaje), en un medio ambiente que no pueda absorver humedad.
La mayoría de los hongos de almacenamiento no pueden invadir semillas que están en equilibrio de humedad (con una humedad relativa de 65% o menor).
Así todo, hay algunos "hongos de almacenamiento" que son muy xerofíticos (crecen en condiciones de sequedad) y que pueden llegar a invadir semilla que tienen un contenido de humedad apenas superior, al nivel considerado seguro.
Los hongos de almacenamiento son patógenos débiles, invaden la semilla porque crecen en condiciones bajas de humedad, con las cuales la semilla no puede poner su metabolismo en funcionamiento para defenderse.
La infección de semilla a campo y la actividad sapofítica en los restos vegetales, aseguran que el inóculo estará siempre y se trasladará al almacenamiento.
Al momento de maduración, el tejido materno envejecido es objeto de ataque de hongos saprófitos, y a medida que la semilla se seca sólo aquellos tolerantes a la sequedad continúan su crecimiento.
Los hongos de almacenamiento atacan inicalmente sólo las porciones sin vida de la semilla, tales como el pericarpio y el tegumento; luego las hifas (pequeñas hebras que representan el cuerpo del hongo) se ramifican entre el embrión y el tegumento. El embrión puede ser matado aparentemente a causa de toxinas o enzimas que se difunden, ya sea antes o después de la inhibición que se produce para germinar.

CONTROL DE INSECTOS:

Se recomienda que se realice una vigilancia constante y/o inspecciones periódicas, acompañada de tratamientos preventivos sin descuidar la higiene previa, en los lugares de almacenamiento.
Luego del estado de madurez fisiológica, la semilla comienza su llamado "período de reposo". Tengamos en cuenta que el deterioro fisiológico de la semilla comienza aún en ausencia de plagas. Nuestros conocimientos se verán orientados hacia tratar de frenar este proceso de deterioro, antes de que la calidad de la semilla sea afectada.
Resumiendo, si las condiciones de precosecha fueron buenas, -sin lluvias en maduración- y las condiciones de cosecha y procesamiento no afectaron la capacidad germinativa llegaremos al momento de almacenaje con una semilla capaz de sostener en el tiempo su vigor hasta el momento de la próxima siembra.
La piedra angular que determinará, la longevidad de la semilla de buena calidad durante el período de almacenamiento será:
1- La medición de la humedad del lote de semilla, antes de ir a su destino de almacenamiento y durante el almacenamiento (teniendo en cuenta las curvas de equilibrio para cada grano y que nos permiten la adecuada utilización de la AIREACION). Recordemos que se debe airear en determinadas circunstancias y no en cualquier momento y en forma permanente, pues puede ser contraproducente.
2- Si se realiza el secado artificial deber ser ejecutado, con suma cautela, controlando las temperaturas de tolerancia, pues, se puede matar el embrión de la semilla.
3- Repetimos para el control de insectos, vigilancia constante y/o inspecciones periódicas.
4- Las migraciones de humedades deben ser registradas y controladas con la aireación por los serios problemas que pueden ocasionar en la calidad de la semilla.

Todo esto se puede verificar realizando un análisis de germinación antes de entrar al almacenamiento y otro cuando sale.
Existe una regla práctica -Harrington- que nos dice que:
Por cada uno por ciento de descenso en el contenido de humedad de la semilla, se duplica la vida en almacenamiento.

Fuente: Revista Marca líquida Nº 49 - Julio 1996









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