Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Ganadería:
Braford,
motor del desarrollo ganadero del noa

*************** barra horizontal ***************
La introducción de genética Braford es un factor determinante y clave en el crecimiento y desarrollo evidenciado en la ganadería regional.
El paradigma del modelo de producción de carne en campos marginales está cambiando vertiginosamente.
Baja carga animal, bajas tasas comparativas de procreo y extracción, largos procesos productivos y obtención de un producto final de calidad estándar eran las características que definían el sistema de producción regional.
Adicionalmente, la rentabilidad del modelo era escasa dentro de una actividad, la ganadería, caracterizada históricamente por la baja rentabilidad independientemente de la región en que se desarrolle.
Basta analizar los nuevos sistemas de producción que florecen como tunales en el NOA para validar este concepto de cambio.
Es indudable que algunos factores ambientales no se han modificado ni lo harán: las condiciones climáticas rigurosas del área en cuestión siguen siendo las mismas, caracterizadas por la gran amplitud térmica estacional y diaria y los períodos húmedos intercalados con estación seca. Las características edáficas también son las mismas, en lo que respecta a la estructura de los suelos y sus contenidos de materia orgánica, nutrientes y minerales. Sin embargo, el cambio está en marcha e impresiona la velocidad con la que ocurre.
Las claves son muchas y variadas, pero todas tienen un denominador común: la inteligencia del hombre al servicio de la producción.
Muchos factores han confluido para modificar los elementos básicos del sistema productivo, como son la nutrición, el manejo, la sanidad y la genética.
La nutrición de los sistemas extensivos explica su salto de calidad a partir de la biotecnología aplicada al desarrollo de especies forrajeras de alto valor adaptadas a las condiciones climáticas y las tecnologías agrícolas puestas al servicio de la producción de forraje, tales como la siembra directa y la promoción de especies naturales, de la mano de los herbicidas de última generación, determinando el mejoramiento de la oferta forrajera, con el consecuente aumento de receptividad de las hectáreas ganaderas y el mayor potencial productivo de las mismas. Esa misma tecnología es la que permite producción de granos y forraje para los sistemas intensivos y semi intensivos de producción.
La transformación de la base forrajera implica inversión y cambios en el aprovechamiento de los suelos. Esto lleva a una utilización diferencial de los recursos, lo que implica avanzar en procesos de manejo mas ajustados. Como consecuencia de ello, los ajustes sanitarios se tornan imprescindibles.
Sin embargo, el desarrollo sería incompleto y hasta poco probable, sin la incorporación de genética capaz de transformar ese potencial en realidad. Los rodeos criollos que caracterizaban el antiguo modelo poseen la rusticidad propia de la selección y adaptación natural.
Como contrapartida, la producción de carne en cantidad y calidad no se encuentra entre sus cualidades más destacadas. El desafío pasaba por encontrar rusticidad para adaptarse al medio; precocidad para acortar los procesos y darle rentabilidad al sistema; mansedumbre, para poder implementar maniobras de manejo más ajustadas en campos difíciles; plasticidad, para adaptarse a los diferentes sistemas de producción; y calidad carnicera, para transformar esa nueva oferta forrajera de mayor valor en carne de terneza superior para satisfacer hasta al más exigente.
En síntesis, la producción es la sumatoria de genética más ambiente. Los cambios ambientales serían insuficientes para producir aumentos de producción sin cambios en la genética utilizada.
Las razas sintéticas son la opción y, como dice el lema, Braford, La Mejor Opción. Las características buscadas enumeradas anteriormente están todas incorporadas a la genética Braford. La utilización de reproductores Braford absorbiendo rodeos mestizos, ha permitido alcanzar indicadores de producción en los sistemas de punta impensados hasta una década atrás. Porcentajes de preñez por encima de 90% y destetes por encima de 80% con cargas medias de 0.85 EV, utilizando menos de 4% de toros, reponiendo 16% del rodeo y con mortandades cercanas al 2% anual parecen indicadores de la cuenca del Salado en la Pampa Húmeda y no de los llamado campos marginales. Marginales?.
La ganadería del NOA crece y se multiplica.
La región proyecta aumentar sus stocks significativamente en los próximos 10 años. Los gobiernos provinciales ayudan con medidas de fomento e incentivo a los productores. Estos emplean la tecnología disponible. La raza Braford aporta la genética adaptada. El NOA dejará de importar carne de otras provincias para exportar al país y al mundo.
Para muestra, basta un botón: novillos braford nacidos y criados en el NOA se invernan a pasto en el Este catamarqueño sobre gatton panic y maíz en pie diferido y se exportan a Europa a través de la cuota Hilton de la Asociación Braford Argentina.
Se está realizando, entre el 31 de marzo y el 1 de abril, la IX Fiesta de los 1000 Terneros en las instalaciones de la Sociedad Rural de Tucumán. Una ocasión inmejorable para corroborar este cambio cualitativo y confirmar que las herramientas para alcanzar los objetivos están disponibles. Solo hay que empezar a usarlas.¤

Gentileza: Dr. Juan Baqué
Director Ejecutivo
Asociación Braford Argentina


*************** barra horizontal ***************






Copyright © Revista Producción - InterNet Tucumán - Todos los Derechos Reservados



produccion
Revista Produccion - Producciones - Editorial - Contacto - NOA - tucuman - salta - santiago del estero - catamarca - jujuy