|
Mercado de granos: Conocimiento del mercado y beneficios para la comercialización de granos  |
|
Según se viene comentando en el ámbito de los negocios de granos, la posibilidad de generar 100 mill./ton de granos y 1 mill./ton de carne en los próximos diez años, es una realidad muy cercana. Esto puede ser la consecuencia mediata de un plan de trabajo (un nuevo proyecto de país meditado, consensuado y altamente participativo) para el desarrollo sustentable del sector agropecuario argentino, o bien el producto del énfasis y el instinto de supervivencia demostrado por nuestro productor agrícola en los diversos escenarios económicos en los que les ha tocado desarrollarse. En los últimos años, y a pesar del intervencionismo estatal (a través de mayor presión fiscal y retenciones) la producción agrícola no solo se sostuvo sino que creció. Según proyecciones de la oficina de estadísticas del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA por sus siglas) el escenario inmediato que condicionará la producción y el comercio global de granos sería el siguiente: •Incrementos en el consumo de alimentos •Aumento en la demanda de granos y subproductos •Aumentos en el volumen de intercambio comercial •Relativa estabilidad en los niveles de precios internacionales En ese contexto, las figuras de países como Argentina, Brasil y los países de Europa del Este (con puertos cerealeros en el Mar Negro) adquieren relevancia comercial creciente, así como también el reacomodamiento de bloques comerciales tales como el Mercosur, Nafta o la Unión Europea entre otros. En cuanto al posicionamiento de nuestro país, el mismo se daría en base al desarrollo del denominado complejo sojero. Una interpretación rápida de esta información podría señalar que los ingresos de los productores agrícolas de nuestro país podrían experimentar incrementos interesantes. No obstante ello, el escenario planteado abre un interrogante importante en relación a múltiples factores que entran en juego, como ser la inestabilidad de precios o volatilidad, y el denominado riesgo climático. De esa manera, y construyendo un posible escenario de trabajo, debemos tener en cuenta no solo el perfil productivo del productor agrícola sino también sus patrones de comportamiento, que hacen que plantee nuevos desafíos y apueste al crecimiento de manera "natural". También debemos considerar la hipótesis de un progresivo repliegue de la intervención estatal y la reingeniería "obligada" del sector ganadero (el productor ganadero deberá posicionarse junto a la agricultura y no frenta a ella). Pero, y antes que nada, consolidar nuevos volúmenes de producción exige pilotear la estrategia comercial de manera profesional, atendiendo a los escenarios proyectados para el ámbito internacional y regional (estrategias de bloques económicos, información diaria del comercio mundial de granos, consumos y posicionamiento de precios a nivel local). Dentro de este foco de análisis ubicamos a la fase de comercialización de granos, donde una parte importante de la inversión directa realizada y sus costos asociados no se encuentran habitualmente cubiertos por alguna herramienta capaz de administrar riesgos (lo cual los expone directamente a los vaivenes del mercado, la infraestructura local disponible para cada productor, o bien a la capacidad de estrategia o habilidad negociadora que el mismo productor sea capaz de desplegar frente a proveedores y contratistas). El esquema que anima toda nuestra filosofía de trabajo pasa por la siguiente pregunta: de qué manera podemos asistir al productor agropecuario en lo que hace a una comercialización más eficiente de sus cosechas...? Sin lugar a dudas, y de cara al mencionado escenario de aumento de la producción agrícola, creemos que la comercialización granaria deberá enfrentar cambios de fondo, basados en una comercialización eficiente y segura de los granos y una administración más racional de los riesgos presentes en la actividad (riesgo de baja de precios o incidencia climática sobre las cosechas: nunca como hasta ahora los desajustes climáticos han repercutido tan directamente, construyendo escenarios de precios que no pudimos prever a el momento de planificar las siembras). La dinámica propia de un mercado como el de granos es capaz de sorprendernos (positiva o negativamente) pero si estamos preparados y contamos con el adecuado asesoramiento que brinde una capacitación acorde para poder comercializar la producción, esa misma dinámica puede comenzar a trabajar a favor de nuestra planificación comercial (y no en contra). En definitiva: desde nuestra función y objeto de intermediarios, planteamos la posibilidad de acceder a un cúmulo de servicios, información y medios para transformarlos en CONOCIMIENTO DEL MERCADO, de manera de poder trasladarlo de inmediato a resultados palpables para el productor agropecuario y para el acopiador. Sabido es que en una economía globalizada, con una producción agropecuaria altamente dependiente de los mercados externos, no son los productos los que compiten, sino los sistemas de producción y los procesos de decisiones estratégicas que los sustentan. En esta misma sintonía, en Corredora del Sur S.A. entendemos que a partir de un proceso de comercialización claro, prolijo y eficiente (más información de mercado y mejores condiciones comerciales) podemos ofrecer al productor y al acopiador de granos la posibilidad de maximizar sus beneficios y alentar el crecimiento armonioso del sector.¤ |
|
Francisco A. Roldán En colaboración con Corredora del Sur S.A. |
