Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Perspectivas:
La soja gana terreno en la región
a costa del poroto y el maíz

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Por precio y demanda, la soja se convirtió en los últimos años en el cultivo de moda en Argentina, y el Noroeste del país no desentonó con esta consigna, ampliándose hacia vastas zonas de montes y quitando tierra a otros cultivos y producciones pecuarias. Pero no todo son rosas y para esta campaña se espera una baja cercana la 20 por ciento en la producción estimada para Tucumán a principios de la siembra. Ahora ya no se habla de 600 mil toneladas, sino de 420 mil, en la medida de que durante los últimos días de la trilla no se sucedan más lluvias.
PRODUCCION habló con técnicos de las estaciones experimentales del INTA Cerrillos (Salta) Daniel Fernández, y la ingeniera Marcela Lizondo, del INTA Banda del Río Salí (Tucumán), quienes se refirieron a la situación de esta oleaginosa en la región y las perspectivas de cosecha en la campaña 2004.
En lo que hace a Salta, Fernández precisó que la soja manifestó un importante crecimiento en hectáreas en la presente campaña respecto a la anterior (cerca de un 8 por ciento), pasando de 396 mil a 432 mil hectáreas sembradas. Esto se debe a que en la zona norte de la provincia (San Martín y Orán, sobre todo), se reemplazaron 40 mil hectáreas de poroto de color, por soja que, a principios del año, mostraba mejores perspectivas comerciales que la del poroto o maíz.
Actualmente, la trilla está bastante avanzada. Durante mayo se había parado durante casi dos semanas por las lluvias, pero luego, los días nublados y con sol, permitieron que la oleaginosa se recuperara y muchos campos mejoraran a última hora sus rindes.
También en Salta, como ocurrió en Tucumán, la sequía afectó y mucho a la soja, presentando un nivel de rindes similar al obtenido en la zona de Burrruyacu, con campos lindantes que alcanzaron rindes de entre 1.300 y 2.500 kilos por hectárea.
En lo que hace a Tucumán, Marcela Lizondo reconoció que este año se sembraron 248.955 hectáreas, un poco más que en la campaña 2003, cuando el área de soja era de 242.000 hectáreas.
En Tucumán también las lluvias a mediados de mayo habían paralizado la cosecha sobre todo en la zona sur y pedemontana, y en el Este hubo problemas en Las Cejas y Los Ralos.
En La Ramada de Abajo y La Virginia, los problemas por la lluvia fueron mínimos, pudiendo la gente trillar sus campos aunque en horarios muy reducidos. Con esta parálisis, sumaron dos las veces que el sector debió suspender la trilla por problemas climáticos, a mediados de abril donde las cosechadoras no podían ingresar a los campos.
Lizondo destacó que el grano en las fincas tucumanas no muestra mayores problemas, salvo aquellos que estaban en condición de trilla y que la lluvia demoró su cosecha.
En el caso de la soja que entró en madurez comercial hace 10 ó 14 días, antes de las lluvias de mayo, difícilmente sufran de hongos o enfermedades aunque es normal que esa soja, al no ser cosechada en el momento justo, pierda peso.
Para este año se espera una baja en la producción de soja cercana al 20 por ciento por el efecto de la sequía, contra el valor estimado. Se hablaba de 600 mil toneladas pero ahora se esperan 420 mil toneladas como techo y cerca de 390 mil como piso, con un precio más que tentador y que oscila los 590 y 620 pesos.
De ahí que este año se espere que a través de esta oleaginosa ingresen a Tucumán alrededor de 270 millones de pesos (el año pasado no se superaron los 165 millones de pesos), y a Salta casi 450 millones de pesos.
En el país se espera una cosecha de casi 33 millones de toneladas, lo que se produce merced a la siembra de 14 millones de hectáreas.
La soja representa en la actualidad uno de los principales cultivos del país, con el 50 por ciento del total cosechado y el 25 por ciento de las exportaciones.
Dentro del sector sojero, en general, hubo quienes vendieron muy bien sus producciones, a los mejores precios registrados en los últimas días, y otros que colocaron sus granos a los valores del año anterior, más bajos que los de este año.
Según los rindes obtenidos, hay productores que ganaron y otros que apenas pudieron cubrir sus costos.
Por otra parte, se reconoció que el maíz sigue perdiendo terreno en Tucumán a manos de la soja. Así, este año se sembraron 27.700 hectáreas contra las 32.000 hectáreas del año pasado. En Tanto, en Salta se hicieron 46.500 hectáreas de maíz. Por lo general se hace maíz en las tierras que no son arrendadas y que cultivan sus propios dueños ya que tratan de cuidar la tierra del monocultivo, muy perjudicial porque quita nitrógeno al terreno y cada vez se obtendrá menos rindes del cultivo.¤

Por Fabián Seidán,
de Producción


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