Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Cultivos:
Cómo manejar el cultivo de soja
en la región norte


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" En forma breve quisiera comentar, cuáles son a mi entender, los puntos principales que un productor debe considerar a la hora de hacer soja en la región norte de Argentina. Específicamente, me refiero a la zona húmeda de Santiago del Estero (sureste de la provincia) y la parte seca de Chaco (zona oeste)."
Muchas veces cuando un productor decide ir a trabajar a una zona nueva piensa que puede lograr fácilmente el éxito productivo trasladando la información y tecnología generada en la región núcleo. Esta situación puede ser peligrosa ya que no se están considerando dos “reglas de oro” que sería recomendable tener en consideración:

1) Cada zona presenta particularidades productivas que uno debe conocer y entender su dinámica, tratando de ajustar la tecnología existente y generando nuevas experiencias locales ajustada al nuevo entorno productivo.Como todo lo nuevo es desconocido algunas cosas se pueden adaptar pero otras pueden ser un arma de doble filo. En este caso en particular, actualmente existe un bagaje de conocimientos nuevos de como funcionan las variedades de soja en el norte, cosa que años atrás no estaba muy claro.

2) La segunda está relacionada con el riesgo productivo presente en cada zona, y como sabemos, las zonas analizadas son marginales, por lo cual la estrategia consiste en diminuir el riesgo productivo mediante la exploración de diferentes ambientes. Ello se logra escalonando las fechas de siembra.
En esta decisión es decisiva. Pensar que es un área marginal con respecto a temperatura y humedad, y los cultivos necesitan en consecuencia más agua para satisfacer las demandas de transpiración. Sumado a ello las pérdidas de evaporación son elevadas lo cual se potencia con el hecho de ver dificultada la generación de cobertura dada la elevada tasa de descomposición de los rastrojos. El hecho de cubrir rápidamente el entresurco es de vital importancia y la altura de las variedades seleccionadas es en consecuencia, un punto para no descuidar. Por lo expuesto la estrategia de diversificación de las fechas de siembra es la más adecuada, más que nada pensando que el objetivo principal en zonas marginales es subir “piso de rendimientos” en lugar de “subir los techos”, estrategia esta última que generalmente se aplica en zonas sojeras núcleo.

Sembrar solamente la mejor variedad en la mejor fecha en la zona norte, puede ser un error y pagarse muy caro. Porque las sequías son más intensas, al igual que los periodos de stress, y de suceder en el momento justo puede hacer fracasar toda la producción de la campaña.
Por tanto, para alcanzar una producción de rendimientos aceptables y relativamente segura, la estrategia correcta sería sembrar las mejores variedades para cada fecha de siembra en particular; diversificando a su vez lo más posible las fechas de siembra. Concretamente se podría pensar en 4 a 6 fechas de siembra con 3 o 4 variedades para cada fecha. Sin embargo, este planteo productivo tiene el problema de la falta de suficientes variedades mejoradas genéticamente para las condiciones de la región norte. Pero de a poco se van generando nuevos materiales.

Como punto a favor, la región norte se caracteriza por tener un período de siembra de soja muy amplio, que va desde principios de octubre hasta fines de enero. Otra característica importante a considerar es que la campana de crecimiento que describe la soja al ser sembrada en diferentes fechas de siembra es más chata que la correspondiente a las regiones ubicadas hacia el sur.

En consecuencia, la altura que alcance el cultivo puede estar mas relacionada con el rendimiento comparado con la zona sur. En términos prácticos, cuanto mayor altura desarrolle una variedad en la zona norte, mayor es su perspectiva de rendimiento. En cambio, en la región núcleo es probable que una variedad de mucha altura tenga problemas sanitarios que influyan negativamente sobre el rendimiento.

Lo importante de resaltar es el hecho que a medida que nos movemos hacia zonas más calientes y secas (como pueden ser el oeste de Chaco y parte de Santiago del estero) algunas variedades pierden mucha altura, incluso llegando al extremo de comprometer su producción. Por tanto, en estas condiciones no debemos estar sembrando GM III ó IV ; salvo algún IV indeterminado de buena altura y largo de ciclo como A 4910 o bien DM 50048. De todos modos las variedades mencionadas es aconsejable sembrarlas sólo en la mejor fecha.

En cuanto a las fechas de siembra, tenemos posibilidad de sembrar desde los últimos días de octubre hasta los últimos días de enero. Para fechas tempranas y tardías usamos V indeterminados o grupo VII indeterminados (que son escasas las alternativas existentes y haría falta un mayor desarrollo) o algún grupo IX.

En el medio de este lapso de tiempo (fechas donde se logra la máxima altura del cultivo) , es recomendable grupo VII determinado e indeterminado, VIII y IX y alguna variedad del grupo IV indeterminado. Sembrar grupos V determinados incluso VI determinado puede ser un tanto arriesgado por el riesgo a no alcanzar una altura compatible con una producción aceptable.
Ya hemos comenzado a recabar información sobre comportamiento de variedades en la zona norte sojera. En ese sentido la red de ensayos de fenología en soja, coordinada por AAPRESID es una actividad de suma trascendencia. A ello debemos adicionarle la experiencia local de los productores.
No debemos llevar información generada en otras condiciones ambientales y probar qué es lo que pasa. No tenemos margen de error.
La generación de información local es fundamental para seguir avanzando en el manejo del cultivo de soja en el norte del país.¤

Fuente:
Ing. Horacio Agüero - AAPRESID


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