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Opinión: Los beneficios y los peligros que nos trae la soja  |
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Parte del reportaje realizado a Víctor Hugo Trucco para la publicación del Centro de Divulgación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
¿Cuáles son las principales ventajas que la soja aporta al país? La soja, como grano, aceite y harina, constituye el principal producto exportable de Argentina. Su magnitud aumenta año a año, superando los ocho mil millones de dólares en la actualidad. Si tenemos en cuenta solamente las retenciones, éstas aportan mil seiscientos millones de dólares al año, es decir cuatro mil quinientos millones de pesos a la administración pública, con lo que actualmente se sostienen los Planes Trabajar, que son tres millones de personas. Lo ocurrido con la soja, un cultivo que tiene apenas treinta años en Argentina, no es el resultado del azar, sino por el contrario, es el resultado de la innovación tecnológica de los productores y de la cadena productiva que va de los proveedores de insumos, hasta los industriales. Todos han efectuado importantes adopciones, las más destacadas son la siembra directa y la biotecnología. La primera, permitió incorporar tierras tradicionalmente no agrícolas con labraza convencional. Mientras que la biotecnología simplificó a tal grado el control de malezas, que permitió realizar con éxito el cultivo, por parte de productores menos capacitados, en ambientes de malezas perennes, de difícil control, como gramón, sorgo de alepo y cebollín. Este proceso tuvo un impacto productivo sobre otros sectores, como los fabricantes de maquinaria agrícola, transporte y plantas de acopio. Impactó en los pueblos donde llegó desde Arequito, Santa Fe, donde comenzó hace treinta años, hasta Salta, Santiago del Estero y Chaco en el norte y La Pampa en el sur. En estos pueblos y ciudades se produjo una transformación, que se desconoce mayormente. Ciudades como Charata y Gancedo (Chaco), tienen plena ocupación, por toda la infraestructura que se construye a partir de la demanda que la producción requiere, transformando la sociedad, de una vida rural en el monte, carentes de los servicios mas indispensables a una "vida urbana rural", en pequeños pueblos que se están transformando en ciudades, con escuelas, hospitales, clubes y vida social. ¿La especialización en soja lleva a que la Argentina pierda su autosuficiencia alimentaria al disminuir la producción de otros productos por su falta de atractivo económico? Argentina no ha dejado de producir trigo, ni maíz, ni sorgo. Es conveniente hacer soja con rotación de cultivos, de hecho una parte importante de la soja es de segunda; gran parte de la superficie de trigo es seguida por el cultivo de soja. Nosotros desde AAPRESID propiciamos la rotación de cultivos y la fertilización, como único camino para maximizar los resultados en forma sustentable a través del tiempo. Encontramos que cuando se evalúan los resultados por ciclos y no por años aislados, el resultado económico es positivo, como así también el biológico productivo. No obstante, somos conscientes que hay una serie de estímulos que favorecen la realización de la secuencia soja-soja; sin rotación, ni cultivos de cobertura, pero no dramatizamos la situación porque pensamos que si hace apenas 6 años se sembraban 6 millones de hectáreas y hoy tenemos aproximadamente 14 millones, hay campos que tienen un año de soja, otros dos, algunos tres años de soja-soja; y unos pocos, más años. Por otra parte, no nos olvidemos que la agricultura es la historia del monocultivo, de trigo, de arroz, etc. De modo que yo no veo el peligro, de que se dejen de sembrar otros cultivos. Las circunstancias cambian año a año y las oportunidades también. Por otra parte confío en la capacidad de los productores para "darse cuenta" y adoptar los cambios como siempre lo hicieron. Algunas voces señalan que según el censo agrícola de 1988 y de 2002 ha habido una merma en el número de explotaciones agrícolas que cada vez suman más hectáreas, es decir un proceso de concentración . ¿Qué lectura realiza Ud.? Creo que el censo agrícola, está haciendo una lectura del sector con una matriz equivocada. La agricultura actual se ha transformado en una actividad de red de productores de servicios de siembra, de pulverizaciones, cosecha, transporte, etc. Ultimamente se han agregado empresas de: monitoreo de enfermedades y plagas; asesoramiento agronómico; gestión de la producción; mercados; etc. El cultivo de soja a diferencia de otros como el algodón requiere menos mano de obra. Esto, según algunos analistas, sería una de los motivos que conlleva a la expulsión de mano de obra del campo que iría a parar a los cinturones de marginalidad de las ciudades. ¿Qué solución se podría dar a este fenómeno? Yo creo que la migración a las ciudades se produjo fundamentalmente en otros tiempos y por otras razones. Creo que no es bueno que en el siglo XXI se continúe cosechando algodón en forma manual. Este fenómeno ya había tenido su fin con la aparición de la cosechadoras de algodón.Por otra parte sabemos que el algodón se venía practicando de la forma mas insustentable posible: exceso de laboreo, llevando los niveles de materia orgánica a menos del uno por ciento y con pulverizaciones récord para control de plagas. Pienso que actualmente la gente encuentra empleo en otras actividades, propias del progreso de las localidades urbanas de la región, ya sea en tareas de campo como de apoyo a la siembra y habilitación y mantenimiento de los establecimientos, como de los nuevos servicios surgidos en los pueblos (estaciones de servicios, parrillas, gomerias, talleres, etc.).Pienso que el monitoreo de enfermedades y plagas, podría encontrar - si se capacita a estas personas - valioso personal, por su capacidad de observación y sus hábitos de “gastar alpargatas por el campo”. Creo que esta tarea sería una forma concreta de que aún personas semi-analfabetas, se integren laboralmente en la Sociedad del Conocimiento. El plan Soja Solidaria que ustedes han implementado ¿ha cubierto sus propias expectativas? El Plan de Soja Solidaria, fue una respuesta en una situación de emergencia. Se distribuyeron 900 tn de soja, las cuales ayudaron en su momento. Aún se continúa con las donaciones, pero en mucha menor medida, porque afortunadamente la situación mejoró. Se cuestiona que pequeños y medianos productores puedan dedicarse a la soja y esta posibilidad queda solo para los grandes productores. ¿Usted como lo observa? La actual forma de producción ha dado oportunidades a todos los productores, grandes y pequeños; sin duda muchos productores han quedado afuera (grandes y pequeños), son los que no han comprendido los cambios ocurridos. Siempre que hay transformaciones hay ganadores y perdedores; si esto no ocurriera no habría progreso, todo sería igual y tampoco abría premios, para los que aciertan, y castigos, para quienes se equivocan. Esto es inevitable, es la vida; lo bueno es que siempre hay nuevas oportunidades. La siembra directa y la biotecnología simplificó tanto las actividades, que un pequeño productor fácilmente la puede comprender y realizar y de hecho gran parte las han adoptado; muchos pasaron a generar empresas de servicios, por ejemplo siembra. Hoy el negocio es sembrar, la sembradora se amortiza sembrando y se obtiene una buena renta del trabajo realizado. Contrariamente a lo que se piensa, la expansión de las fronteras agropecuarias en gran parte se produjo porque pequeños y medianos chacareros, se asociaron y fueron a sembrar a cientos de kilómetros de sus casas. Tomaron riesgos y tuvieron éxito. Gran parte de la producción no es de propietarios es de empresas que acceden a la tierra por contratos. Los pooles de siembra que pensaron que lo que le faltaba al campo era efectivo, fracasaron porque no pudieron superar la "capacidad de gestión", que tiene un productor sobre el terreno. Pienso que el que no quiere reconocer que en todos los procesos de cambios hay perdedores es un demagogo; que no ayuda a que un perdedor se transforme en ganador. Para que esto ocurra es necesario "darse cuenta", de los errores cometidos y de los cambios producidos y asumirlos con coraje, descubriendo sus propias fortalezas.¤ |
| Rosario, Octubre de 2003 |
