Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Actualización:
Primer Congreso
"Perspectivas Agrícolas NOA 2002"

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Organizado por el INTA Famaillá y la consultora porteña AgriPAC, se concretó en San Miguel de Tucumán, el Primer Congreso “Perspectivas Agrícolas NOA 2.002”. El encuentro, destinado a actualizar conocimientos y capacitar a todos los integrantes de sectores vinculados con el complejo agrícola, se cumplió en única pero intensa jornada, durante la cual distinguidos expositores abarcaron temas de su especialidad. PRODUCCION, entendiendo la importancia del acontecimiento cubrió íntegramente la reunión, dialogó personalmente con varios de los panelistas, y pone a disposición de sus lectores un resumen de esa grata labor.

Dr. Mario Wolberg
Importancia de la cobertura del riesgo precio

El mercado a término es aquel en el cual a través de futuro se fija el precio, mientras que por medio de las opciones , se asegura ese precio. Opera trigo, maíz, girasol y soja, y todo aquel que desea utilizarlo se acerca al mercado a través de corredores; en el mercado a término se trabaja en dólares, lo que quiere decir que a partir de 1990, cuando se dolarizan la economía y el mercado, las operaciones crecieron enormemente. Hay una pata productiva, que es lo que genera el producto, y una pata comercial que es el cierre del negocio; si usted tiene una espectacular producción, pero cuando va a venderla no asegura el precio, y espera el momento de la cosecha, eso puede resultar fatal, porque si en esa ocasión el precio sube , todo marcha bien, pero si baja mucho, todo el esfuerzo productivo puede irse por las cañerías.
Por eso uno le dice al productor en el momento mismo de la siembra, en que tiene por delante varios meses hasta la cosecha, que asegure los precios, porque éstos pueden variar -y de hecho varían- por factores locales o internacionales que él no domina. De la misma manera en que el productor suele tener un contador que le liquida los impuestos, debe buscar un idóneo que le maneje estas herramientas de comercialización, que son en definitiva las que le van a permitir redondear el negocio. Hay que maximizar el negocio pero no sólo vía producción, sino agregándole la comercialización.

Ing. Agr. Néstor Zamudio
El INTA, una institución de servicio

El INTA Famaillá desarrolla importantes proyectos referidos a la caña de azúcar, soja, hortalizas, de sistema de información geográfica, bajamos imagen satelital, la digitalizamos y se pueden concretar trabajos de campos, perímetros de fincas, cuencas hídricas, son servicios importantes, expresó el Director del INTA Famaillá. Nuestro gran problema actual es la falta de presupuesto, que nos han reducido sólo al 15%, lo que significa que hay que ajustarse el cinturón al máximo. Hemos llegado al extremo de hacer economía mediante cortes de luz en determinados horarios, ya no se contrata el servicio de vigilancia, hemos retirado de circulación el 30% del parque automotor, y no sabemos qué pasará con el presupuesto 2.002. Desgraciadamente los planes de soja y trigo se van a resentir, porque son gastos operativos a los que no se pueden proporcionar técnicos. Es tanta la sequía de medios, que este congreso estuvo a punto de suspenderse por falta de fondos, pero como estábamos ya lanzados, y se lo debíamos a los productores, lo hicimos nomás. Es una obligación nuestra realizar este tipo de encuentros, porque estamos al servicio de los productores, abiertos como siempre para nuestros queridos productores.

Ing. Agr. Pablo Adreani, Director AgriPAC
La soja sigue ganando terreno

Nuestra empresa de consultoría agrícola asesora a productores de todo el país en lo que se refiere a perspectivas de los mercados agrícolas, tendencias de la producción local y mundial, estrategias de cobertura, asesoramiento integral de nuevas formas de comercialización. Hasta no hace mucho, Argentina tenía una perspectiva de producción récord, con un aumento de la intención de siembra de trigo de entre un 15 a 18% que finalmente no se concretó por cuestiones climáticas. Se perdieron 300.000 hectáreas, muchas de ellas destinadas a maíz y girasol, que ya venían con una intención de siembra ligeramente hacia abajo. La producción récord entonces no se llegó a dar en la medida de lo esperado, pero por contrapartida tendremos un incremento muy fuerte en la producción de soja, en la cual la demanda mundial sigue con su tendencia firme y sostenida y los precios reflejan eso. Nuestra agencia registró pérdidas por valor de 650 millones de dólares en trigo, maíz y girasol, mientras que otras fuentes hablan de que la suma podría superar los 1.200 millones si consideramos la caída en la producción de carne y leche, el perjuicio en la estructura vial, almacenaje en campo, etc. Esto constituye un duro golpe para el sector agrícola, que venía con buenas perspectivas, mientras se registran cambios muy fuertes en lo que respecta a las zonas de producción. En los últimos 3 ó 4 años, hubo un incremento muy fuerte en las zonas del NOA, NEA y Mesopotamia, lo que indica que se han “pampeanizado” las economías regionales, y cultivos de arroz en Corrientes y Entre Ríos se convirtieron en cultivos de soja, y sucedió lo propio con los campos de algodón en Chaco y Formosa, hay un cambio hacia los comodities por la gran caída que experimentaron el poroto, azúcar, algodón, arroz, mercados muy frágiles en los cuales la Argentina no es precisamente el primer exportador mundial.

Dr. Manuel Otero
La crisis mundial y su impacto en la economía

Desde el punto de vista geopolítico, la guerra actual no es simplemente una más. Es la guerra de una coalición de Estados liderada por los EEUU contra un terrorismo globalizado lo que la convierte en una guerra no convencional. Nadie puede quedar indiferente, ni siquiera nuestro país, que tiene un récord bastante discutible en cuanto a adhesiones en anteriores conflictos bélicos.
El gobierno ha tomado una decisión que, nos guste o no, hay que reconocer tomó , por vez primera, con mucha rapidez. En lo referido a la seguridad global, significa que el bombardeo a un enclave taliban puede tener como represalia el ataque a algún puente de EEUU, la cúpula de la basílica de San Pedro en el Vaticano, o cualquier otro objetivo del globo.
Una cosa está clara: los terroristas, sabedores de que es imposible conseguir el triunfo militar, buscan obtener réditos políticos y mantener el estado de tensión cuanto tiempo sea posible, para poder eventualmente negociar. En el contexto económico, hasta setiembre último, se estimaba que la economía estadounidense iba a tener un modesto desarrollo del 3%. Sin embargo, como consecuencia del ataque a las Torres Gemelas, esto que representaba una desaceleración, se ha transformado en franca recesión. En EEUU se considera que hay recesión cuando luego de dos trimestres, el PBI se contrae, y eso ya está ocurriendo.
La rueda de la economía estadounidense se mueve por el gasto de los consumidores, y en este caso el miedo instalado provocó que los consumidores se retrayeran en un 40% del consumo. También se retrotrajo en igual porcentaje la venta de pasajes aéreos. Ninguna recesión dura en los EEUU más de 12 meses, por lo que cálculos optimistas piensan que las cosas pueden volver a su cauce normal en el segundo semestre del próximo año. Ahora bien, en el país del Norte, a diferencia de otros como el nuestro, practican políticas anticíclicas, de manera que bajaron las tasas de interés, y hubo ya más de 10 bajas; a esto se agrega la decisión del Congreso de autorizar 40 mil millones de dólares para inyectar recursos, otro compromiso de 15 mil millones para apuntalar a las líneas aéreas, y la proyección de invertir 100 mil millones para que la rueda de la economía no se detenga.
Además del patético caso de Argentina, tenemos a Japón, que entró en su cuarto año de recesión, mientras la Unión Europea termina el año con un modestísimo crecimiento del 1.2%.
Esto significa que si la locomotora se frena y los dos principales vagones tienen problemas, la economía mundial está en un momento realmente complicado, con el consiguiente impacto en el comercio mundial. El ataque a las Torres Gemelas del 11 de setiembre tuvo como costo destructivo directo, un valor de 20 mil millones de dólares, cuando se le agregan las pérdidas productivas llega a un costo global de 60 mil millones de dólares. Hay cataclismos naturales, por ejemplo los grandes terremotos en Japón, que causaron pérdidas mayores, pero la gran diferencia es que las catástrofes de la Naturaleza están acotadas en el tiempo y tienen un alcance geográfico limitado.
En esta crisis mundial, los países más afectados, paradójicamente, son los socios de EEUU en el NAFTA, es decir Canadá, que exporta más de la mitad de su PBI, y de ese total, un 82% a EEUU. Por lo tanto, cuando la locomotora estadounidense se frena, en Canadá hay un golpe del 3.2% de su PBI, lo cual significa un golpe terrible.
El tema es aún más serio para México, porque es un país en vía de desarrollo que también exporta una gran parte de su PBI a EEUU: los aztecas venían de crecer un 7% el año pasado, pero crecerán poco y nada éste.
Un párrafo especial merece América Latina, porque si bien los países que la integran exportan todavía una pequeña parte de su PBI, son economías dependientes de la dinámica de EEUU y, si las tres grandes economías, EEUU, Japón y la Unión Europea están en problemas, ni hablar de América Latina.
Las proyecciones para el crecimiento de la economía mundial apenas llegan al 2por ciento, mientras el comercio mundial, que había experimentado un aumento espectacular del 12% el año anterior, dificilmente vuelva a crecer en el futuro cercano.

Roberto Ibarguren - Secretario de Estado de la provincia de Salta
Inserción y compromiso ante el nuevo orden internacional

Nuestro país es totalmente atípico. En el exterior no entienden porqué la Argentina no se sabe gobernar y, fundamentalmente, porqué seguimos mintiendo a los bancos, a distintos gobiernos, y no cumplimos con las normas internas acordadas internacionalmente. Lo de la aftosa fue espantoso, el secretario Berhongaray hizo un papelón infernal, y el costo de ese papelón suma tantos millones de dólares que no basta con decir que fue un error político. Lo peor es que esto lo paga el conjunto de la comunidad argentina; pero también el sector ganadero es responsable, porque ellos prohijaron el ocultamiento oficial, no salieron a denunciar lo que ellos sabían que existía. Por eso no nos creen en ninguna parte, y no nos creen más. Hay sectores en el Departamento de Estado y del Tesoro estadounidense que decidieron que a Argentina hay que dejarla andar sola y esta vez va en serio, porque no somos ni Turquía, región estratégica en el conflicto actual, ni Brasil. Nuestra caída haría sólo cosquillas en el Cono Sur.
Si no corregimos drásticamente el rumbo, vamos a ir a dar al subsuelo internacional, de donde saldremos sólo con nuestro propio esfuerzo. Nadie nos va a prestar un peso; lo bueno de todo esto es que parece que la conciencia de esta realidad va ganando terreno, por lo menos la tienen los gobernadores, la tiene el gobernador de mi provincia. Sólo si empezamos a cumplir comenzaremos a crecer. Nadie desea que este gobierno termine su cometido antes de tiempo, pero eso lo decidirá el propio gobierno. Soy escéptico, porque a mi entender esta administración se ha mostrado inepta para resolver los gravísimos problemas que afronta nuestra sociedad, y además falta credibilidad. El consejero agrícola de Japón me decía vez pasada que ellos se habían recuperado de los estragos sufridos en la guerra, educando a su pueblo; tal vez ha llegado la hora de finalizar entonces con la desculturalización que nos agobia desde hace ya más de 50 años.
Los gobiernos se han convertido en agencias de reclutamiento de trabajo, cada vez entran más empleados y no se puede tocar a ninguno, por inepto que sea. Por otra parte, los estados provinciales deben coparticipar los impuestos federales, nuestro modelo argentino es obsoleto y no se ve en ninguna otra parte del mundo. Y tenemos el alto costo político: en Alemania los concejales son ad honorem, desarrollan su propia profesión o trabajo y además, part time, ejercen su labor política como una carga pública, recibiendo sólo viáticos en caso de realizar algún viaje.
Yo soy secretario de Estado y no tengo empleados, trabajo con pasantes universitarios, el empleado público argentino es bueno cuando es monitoreado y controlado, de lo contrario integra una burocracia infernal. No quiero hacer el autobombo, pero mi secretaría trabaja muy bien, hemos abierto mercados en el exterior, le vendemos a Rusia tabaco y vino torrontés, cítricos y soja, y pronto enviaremos porotos enlatados al Medio Oriente, y esto lo hemos realizado, reitero, sin nómina de empleados.

Juan José Casado
La importancia del seguro agrícola

Los seguros agrícolas existen en la Argentina desde hace por lo menos 100 años, pero también es una realidad que la difusión de esta herramienta es muy pequeña. Si se compara a nuestro país con otros que a la hora de salir a los mercados son competidores nuestros, advertimos que la diferencia es enorme. Calculamos que solamente el 15% del área sembrada está asegurada en nuestro país, mientras que en EEUU esa cifra ronda el 60% mientras España, un país mucho más parecido al nuestro, ostenta un índice del 50%. ¿Por qué sucede esto? Yo identifico en primer lugar una cuestión cultural; la sociedad argentina no siente el riesgo de la misma manera en que la presienten otras y, en consecuencia, en cualquier rama del seguro, nuestro índice de aseguramiento es notoriamente inferior al de cualquier país avanzado. Me parece que hay un exceso de optimismo de los productores a la hora de plantear su siembra; es más fácil convencerlos de que por el lado de la tecnología aumentan los rendimientos, que difundir el tema de seguros, los argentinos no somos propensos al seguro.
Otro tema es la falta de incentivos por parte del Estado, el seguro agrícola paga los mismos impuestos que cualquier bien, y esto encarece el tema de seguros en un mercado que no existe. También hay un desmanejo estatal de la propia ley de emergencia agropecuaria, y el último punto es el mea culpa que debemos hacer los integrantes de las compañías de seguros, que hasta hace 10 años estuvieron muy cómodas vendiendo sus comodities, que era el seguro de autos, y que sólo cuando el mercado se tornó más complejo, recién se pusieron a pensar en coberturas más complejas, como son los seguros multiriesgo, y los agrícolas en general. Hoy vivimos un momento especial por el atentado a las torres gemelas, el sistema de seguros perdió muchísimo dinero y, consecuentemente, los inversores que apostaron al seguro, van a querer recuperar lo perdido a través de un sistema de reaseguros, con una estricta selección de sus clientes. Lo cierto es que hoy, medio país está bajo las aguas, y cuando ocurre este tipo de desastres, se sabe que alguien debe pagar; los productores a través de sus pérdidas, las compañías de seguros y finalmente el Estado, porque es su obligación ineludible. Lo que hace falta entonces es ver cómo, todo ese dinero que circula caóticamente, puede volcarse en un sistema de indemnizaciones rápidas y eficientes.

Ing. Ernesto Zelarayán
Hay que lograr romper la barrera de los 5.000 kg por hectárea de soja

El primer problema a tratar es el referido a la variedad del suelo; siempre ejemplifico con un grupo de enfermos a quienes el médico que los atiende pretendiera efectuarles el diagnóstico nada más que a través de un análisis de sangre. Trasladando ésto a los campos de soja, cada lote tiene una situación distinta, con sectores con más ó menos material orgánico y, obviamente, con distintos rendimientos. Esto quiere decir que el diagnóstico es fundamental para saber dónde está uno parado; hablar de una producción de 5.000 kg/ha es como decir que queremos construir un edificio de 5 pisos y que cada uno de esos pisos equivale a 1.000 kg. Lo primero es colocar los pilotes que sean suficientemente firmes como para que el edificio no se caiga. Esos pilotes aquí serían el análisis del suelo, a través del estudio de macro y micronutrientes. Hay 13 nutrientes esenciales para la soja y nuevas tecnologías; el futuro que ya está instalado entre nosotros aconseja la utilización de aparatos que nos pueden proporcionar un perfil mucho más preciso del suelo. Existe uno que, a medida que va pasando por el suelo, saca una "radiografía" de éste, por medio de la conductividad eléctrica del suelo. Almacena esa información de cada porción del lote, información que se coloca posteriormente en el software y, de ese modo, sabremos cuál es la conductividad eléctrica, cuál el PH, la proporción de fósforo, nitrógeno, sodio, etc. Con este diagnóstico específico, tenemos que interiorizarnos del rendimiento posterior del lote ó sea el GPS, para tener de esa manera un mapa del suelo y otro del rendimiento. Esto nos permitirá saber dónde y porqué los rendimientos son más altos, es un mapeo referenciado. Uno puede ir específicamente al punto donde hubo alto rendimiento, extraer una muestra del suelo y ver con qué está asociado. Es una estrategia que permite arribar a nuestro objetivo de los 5.000 kg/ha. Es conveniente, entonces, tomar un lote y sobre él comenzar a trabajar. Una vez que conocemos el tema del suelo hay que ver la fertilidad, es decir, cuántos kilogramos queremos sacar. No es la misma cantidad de fertilizantes que debemos utilizar según sea la cantidad de kilos que deseamos extraer. Para ésto existe una información que está disponible, donde uno puede calcular cuánto nutriente se necesita. Muchas veces, cuando se habla de soja, se piensa solamente en fertilización fosforada, pero ahora se está comenzando a hablar de fertilización con azufre, sobre todo en aquellos campos que tienen varios años de agricultura, como son los de Virginia, La Ramada; suelos donde ya la materia orgánica está baja. Ahí va a tener mucha respuesta el azufre. Pero tampoco se habla de nitrógeno y el que desconozca la importancia que tiene el nitrógeno en la productividad de soja, realmente no sabe nada de este cultivo. Es el combustible que nos va a llevar a los altos rendimientos y ese nitrógeno lo puede proveer el suelo, a través de la materia orgánica que se mineraliza y hace una oferta a la planta. Pero esa oferta nunca es suficiente para satisfacer las necesidades de nitrógeno, porque para 1.000 kg, la soja precisa 80 kg de nitrógeno y entonces para 5.000 kg de soja necesitaríamos 400 kg de nitrógeno, lo que es una barbaridad. La forma de conseguir el nitrógeno es a través de las bacterias que se ponen en la semilla para que, una vez en el suelo, se produzca lo que se conoce como fijación nitrogenada, uno de los procesos más esenciales -junto a la fotosíntesis- para lograr altos rendimientos. El tema de la inoculación de la semilla, tan dejado de lado ultimamente, debe ser recobrado con toda firmeza, utilizando productos eficientes, bajo condiciones también pertinentes. No es lo mismo utilizar un inoculante que funcione bien en Pergamino, que usar otro apto para el NOA. Las condiciones térmicas del suelo son diferentes. Entonces debemos utilizar productos cuya cepa de bacterias haya sido seleccionada para las condiciones locales.
Que yo sepa, hay un solo laboratorio en nuestro medio con esa selección de cepas, y ése es el producto que se debe utilizar para llegar a altos rendimientos.
Solucionado el tema de la fertilidad, debemos manejar la economía del agua, que es primordial. Cuando hablo de la economía del agua, me estoy refiriendo a que cada lote debe ser manejado como una inmensa pileta, cuyo líquido elemento debe mantenerse a toda costa. Debemos formular una estrategia para que toda el agua que cae permanezca en el campo. A veces cae una lluvia de 100 mm, entran 30 mm al suelo y los restantes 70 mm se van, para ésto debemos realizar rotaciones con maíz a efectos de que el agua corra más rápido y que las gotas impacten menos. Asimismo, el lote, por más homogéneo que parezca, debe recibir acondicionadores de suelo. Conozco gente que tiene sorgo y aboveda el suelo de la misma manera que lo hacen los algodoneros de Fernández, en Santiago del Estero. Hacen bordos en todo el perímetro del suelo, a efectos de que toda el agua caída quede allí. O sea que la sugerencia es que los productores utilicen aquellos métodos que ven que les da resultado. También debemos mencionar que el rastrojo, en porcentaje de un 50% es importante para paliar los efectos térmicos e hídricos que sufre la planta, fuente de disminución de rendimientos. El rastrojo es la caja de nutrientes que tiene el suelo para proveérselos luego a la planta.
Llegamos así al proceso de selección de veriedades. Para cada fecha de siembra existe una variedad adecuada, óptima, a efectos de que a la hora de la producción, se aprecien la diferencias. Por ejemplo, 350.000 plantas por hectárea producen un rendimiento mediocre, pero cuando se la lleva a su densidad adecuada, la relación es de 420.000 plantas/hectárea. Hay que conocer bien cada variedad, y por eso siempre recomiendo a los productores que se asesoren con profesionales del INTA ó bien en asociaciones privadas.
Otro punto a tomar en cuenta es la distribución de las plantas, que debe ser uniforme, para que ellas no compitan por recursos ni por agua. Tenemos buena semilla y buen inoculante, viene bien un toque de como, producto a base de cobalto y molibdeno, que se usa a razón de 200 cc por hectárea y es fundamental para aumentar la eficiencia de las bacterias. Con el cultivo en marcha, aproximadamente a los 25 días, se le puede dar un toque con fertilizantes foliares, que poseen micronutrientes, a razón de un litro y medio por hectárea, junto con un litro de zinc. Hay poca gente que monitorea debidamente las plagas que producen los insectos y conviene siempre estar atentos a este problema. Hoy en día, el uso de fertilizantes foliares es tarea impostergable. Siempre hay enfermedades acechando a la soja, las cuales pueden provocar que la planta muera antes de tiempo, lo que hace muy necesario el control permanente de ellas.¤

  
Por Ernesto Cepeda,
de Producción


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