Economía: Comercio exterior agrícola Nuevas reglas de juego |
La devaluación el dólar para el comercio exterior genera un mayor ingreso de divisas y un incremento en los costos de producción. Con la aplicación del llamado factor de convergencia (FC) ha comenzado a regir en el país un tipo de cambio variable para los bienes o productos que se exportan e importan. Se lo conoce como de convergencia porque sólo tendrá vigencia hasta tanto el euro iguale la cotización del dólar. Es decir que tiene un carácter transitorio, aunque se desconoce cuál es su tiempo máximo. ¿Cómo afectarán al campo estas modificaciones en el comercio exterior?. Su repercusión viene de la mano de la relación entre los ingresos y los egresos, ya que por cada dólar de exportación cobrará un valor adicional y por cada billete norteamericano de importación pagará otro tanto. El sector agropecuario, con una participación superior al 50% en las exportaciones del país, vende al exterior productos por unos 14.000 millones de dólares anuales. Sin duda, el aumento del valor del peso sobre el dólar será una fuente de mayores ingresos de divisas, pero también provocará un incremento en los costos de producción del agricultor, por la importación de agroquímicos y fertilizantes. Este factor de convergencia es parte del nuevo esquema de biconvertibilidad (dólar y euro) recientemente implementado por el Palacio de Hacienda. Partiendo de la premisa de que el euro está subvaluado, el FC se adelanta al probable incremento de su valor. Todos los días el Banco Central toma la cotización del euro para establecer el índice de ese factor, al que se llega aplicando un promedio con el valor del dólar. Sólo se lo aplica para el comercio exterior. Así, el FC aumenta o disminuye según se cotice el euro en dólares. De esta forma el tipo de cambio respecto del dólar ha incrementado su valor, pero esto tiene un impacto tanto en lo que se exporta como en lo que se importa para todos los sectores productivos e industriales del país. Impacto El tipo de cambio para la exportación o importación se eleva entre un 7% y un 8% y, consecuentemente, afecta en un determinado porcentaje sobre los ingresos y egresos del productor agropecuario. Se estima que impactará más rápidamente en los egresos que en los ingresos del productor, porque el valor de los insumos que consume aumentarán inmediatamente, y los beneficios que supuestamente pueda generar esta medida, por la mejora en el valor de la materia prima, se obtendrán al finalizar la próxima campaña. Los alcances de estos beneficios sólo se observarán recién en la próxima campaña debido a que la cosecha actual prácticamente ha sido levantada. En el mercado Ese incremento del dólar del comercio puede repercutir en el precio interno de los granos porque, al mejorar el tipo de cambio, los exportadores pagarán mejor los productos, aunque no se puede perder de vista que se eliminaron la mayoría de los reintegros de los rubros agropecuarios y esto licuará gran parte de la ganancia obtenida por una mejor cotización del dólar. De todos modos, el mayor margen que recibirá el exportador por la devaluación del dólar no necesariamente llegará en su totalidad al bolsillo del productor. En la medida que los mercados se desenvuelvan y de acuerdo con las necesidades de los compradores es probable que la mejora del tipo de cambio vaya integrándose al precio interno, aunque es preciso tener presente que difícilmente vaya a darse en su totalidad. Para la nueva cosecha, la mejora concreta se dará en caso de tomar posición en futuros, pues cuando comience la trilla no hay certeza de que el factor de convergencia tenga vigencia. La importancia de utilizar futuros queda en evidencia con la aplicación del FC y será una herramienta clave para obtener el mayor beneficio de la próxima producción. Efectos negativos Pero en este nuevo sistema de comercialización no todo es positivo para la producción. Así como en principio hay un aumento de ingresos por exportaciones, también hay que considerar una suba de costos que pagarán directamente los productores.
El productor realiza en ésta época del año la mayor compra de insumos para la campaña gruesa (la de mayor volumen). El cuello financiero es claro. Frente a una suba dilatada e incierta de los ingresos aparecen costos incrementados en el presente. De cualquier forma justo es reconocer que para el campo la probabilidad de ejercer un negocio con mayor rentabilidad ahora, con la mejoría del tipo de cambio para el comercio exterior, es superior, debido a que su nivel de competitividad ha mejorado. Un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Rural -IEE- revela que el factor de convergencia que provocó una devaluación en el dólar para el comercio exterior tiene efectos positivos y negativos en el sector agropecuario. El sector oleaginoso fue el que obtuvo mayores réditos generados por la reducción de reintegros a las exportaciones y la aplicación de u dólar devaluado en casi un 8% (Ver cuadro).¤ | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Por Manuel Alvarado Ledesma, Economista. Director de Consultoría Económica para el Agro (CEA) Fuente: Ambito Financiero |