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Innovación tecnológica: Algodón en colores  |
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La frase "blanco algodón" ya no será la misma. Países desarrollados están probando nuevas gamas de colores en el cultivo que van desde el marrón, verde hasta el rojizo. El mayor inconveniente es su bajo nivel de producción y la calidad de la fibra, aunque siguen los intentos por mejorarla. El INTA Sáenz Peña, a cargo del Ing. Agr. Juan Piosson, realiza siembras de este nuevo material que se encuentra en etapa de observación y prueba. Si bien más del 95% de la fibra de algodón producida en el mundo es de color blanco cremoso, por medio del cultivo de dos especies, Gossypium hirsutum (de fibra media a larga) y Gossypium barbadense (fibra larga a extralarga), actualmente, se producen en pequeñas cantidades, fibras de color, principalmente marrones o leonados y rojizos. A principios de siglo, se producía en la región algodonera de la ex Unión Soviética una fibra de color marrón claro o leonado para uso industrial, pero tenía el inconveniente de perder el color con cierta rapidez y facilidad después de una prolongada exposición al sol o con lavados contínuos. Hoy en algunos países de América del Sur, como Perú y Colombia y en la India se produce algodones coloreados en pequeña escala, algunos silvestres y otros mejorados. Las fibras de colores obtenidas por mutaciones espontáneas se fueron coleccionando a través del ojo avizor de un fitomejorador o productor que cosechaban semilla de estas plantas a medida que aparecían, mucho de este material se utilizó en trabajos de genética básica, como marcadores genéticos. La Universidad de Texas, en EE.UU., tiene una colección con una gama muy amplia de fibras de color. El principal inconveniente que presenta este germoplasma de color es su inferior nivel de producción y calidad de fibra, particularmente menor longitud y resistencia a la tracción. Hace pocos años, a partir de estas colecciones y nuevas mutaciones que se mantenían en forma autofecunda, se comenzó a trabajar en la fijación en cultivares comerciales algunos colores que se mantienen firmes en el tiempo. Algunos criaderos pequeños de los EE.UU. e Israel, están fomentando su producción, principalmente en aquellas zonas en que se siembra poco algodón, donde la presencia y presión de las plagas que afectan al cultivo es menor, sumándose a la producción de algodón orgánico o ecológico, la fibra de color, lo que incrementaría su valor. Actualmente se producen volúmenes pequeños de fibra de color, principalmente marrón que alimentan estos "nichos" de comercialización. En la EEA Sáenz Peña, se cuenta con germoplasma de fibra de color "marrón", "rojizo" y "verde", todo el material introducido fue sembrado a campo para observar su comportamiento agronómico y sanitario, realizándose cruzamientos manuales a campo y en invernáculo, con tres objetivos principales, mejorar en lo posible niveles de producción y calidad de fibra e incorporar resistencia a algunas enfermedades de incidencia económica en nuestro país, como la "enfermedad azul" producida por un virus, la que produce pérdidas importantes en cultivos susceptibles y en ataques tempranos y la "fusariosis" producida por el complejo "fusarium - nematodes". A través del mejoramiento convencional, normalmente la obtención de una nueva variedad demora entre diez a doce años a partir del cruzamiento, en estos cruzamientos además de pasar el o los genes que condicionan la presencia o ausencia de fibras de color también van genes indeseables, como bajos rendimientos, desmote y calidad tecnológica de la fibra, por lo tanto conlleva un trabajo de selección en generación segregante y evaluación de los principales parámetros que conducen a la inscripción y difusión de una nueva variedad. La descendencia de numerosos cruzamientos por variedades comerciales y líneas avanzadas del material en desarrollo permitirá obtener, además de alta resistencia a enfermedades, una mejor adaptación a nuestro bioambiente, con niveles superiores de producción de fibra por hectárea, con calidad tecnológica de fibra mejorada. Todo este trabajo insume un determinado presupuesto anual, el que actualmente se encuentra reducido en su máxima expresión. Lo que deriva la obtención de una o más variedades con fibras de color más en un "hobbie" que en un trabajo de desarrollo normal. |
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Fuente: INTA |
