Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




Entrevista: Sr. Rafael Bulacio
"Unicamente la solidaridad nos sacará de la crisis"

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LEmpresario turístico, político -fue intendente capitalino, diputado nacional y convencional constituyente- Rafael Bulacio es hoy ministro de la Producción del gobierno que en Tucumán encabeza Julio Miranda. Hombre activo si los hay, Bulacio exhibe un entusiasmo contagioso por las posibilidades económicas que asigna a su provincia. Está convencido de que Tucumán volverá a ocupar el sitial que le corresponde por historia y peso propio, y trabaja para que ello no quede en el terreno de las buenas intenciones. PRODUCCION consideró oportuno dialogar con el alto funcionario, para conocer cuáles son los objetivos que se propone éste alcanzar, y qué vías utilizará para concretarlos.

¿Cuál es la realidad que encontró al asumir el ministerio?.
La previsible, complicada. Tucumán necesita fijar horizontes. Creo que una provincia con las dificultades que tiene la nuestra, con uno de los índices más altos de desocupación del país, la mayor densidad demográfica, y una enorme pobreza, necesita plantearse objetivos que puedan sustentarse en el tiempo, objetivos a concretarse con acciones en el corto, mediano y largo plazo que puedan ser instrumentados a través de microemprendimientos, las empresas familiar, pequeña y mediana, sin descartar por cierto las inversiones que puedan venir a través de los grandes conglomerados multinacionales.

¿Cómo se concretan tales objetivos?.
Tucumán tiene que potenciar las ventajas comparativas ciertas de que dispone, y por eso fijamos la atención en tres aspectos básicos: alimentación, turismo y servicios.
¿Por qué alimentos? Tucumán tiene 22 microclimas, y más allá de su cultivo masivo, extensivo, como es la caña de azúcar (200 mil hectáreas de cañaverales), o del limón, fuente importantísima de recursos para la provincia, con alrededor de 38 mil hectáreas sembradas, tiene ya de hecho una diversificación dada en su producción agropecuaria.
Cuenta además con una Estación Experimental Agrícola que es modelo (fue la única durante varias décadas) en el plano nacional, dos estaciones experimentales del INTA, institutos de investigación de microbiología como el CERELA, de biotecnología como el PROIMI, tres universidades que son reservóreos importantes de ciencia y técnica, y una secretaría de agricultura que, tal vez no sea demasiado elegante mencionarlo porque se encuentra bajo nuestra jurisdicción, pero que hay que decirlo a plena voz, funciona muy bien.
Todo esto conforma un panorama que nos autoriza a expresar que Tucumán debe ser productor de alimentos. Desde el sector primario, o sea el agrario, hasta la comercialización, pasando por todas las etapas del proceso, en el cual se van agregando valores; creo que es lo único que a nosotros nos permitiría avizorar un futuro promisorio, con expectativas de buen nivel de desarrollo social para la provincia, una provincia que, insisto, es la de mayor densidad demográfica.
Para esto deben establecerse estrategias de corto, mediano y largo plazos. Y estamos trabajando ya en cada uno de estos aspectos. Por lo pronto, ya asumimos un compromiso con todas las instituciones que le nombré, para tener como objetivo común un Tucumán productor de alimentos, sumando de tal modo tareas de investigación y experimentación, sin que nos dispersemos ni superpongamos esfuerzos.
Creo que esto es lo más importante que podemos decir hoy, a sólo 30 días de haber asumido este ministerio. Si al tucumano, que ha sido históricamente industrioso, emprendedor, le decimos dónde queremos ir, con políticas de Estado que se mantengan en el tiempo y que nacen en el mismo seno de la sociedad, creo que esto solo va a originar ya un cambio profundo de actitud.

¿Qué otros proyectos tiene su ministerio?.
Nosotros tenemos muchísimos proyectos, todos los días nos acercan proyectos importantes en sectores como el porcino, caprino, en temas de nuevos productos frutihortícolas, todo tipo de emprendimientos llegan a nuestra mesa de trabajo. Pero le reitero, Tucumán ya tiene las herramientas, no sólo en éste planteo de ciencia y técnica, que no es poco, sino que además disponemos de proyectos de radicación en la zona franca, para no pagar impuestos de importación en fábricas que procesarán tomate o frutilla para producir pasta de tomate, pulpa de frutilla concentrada, todo para enviar al exterior. Aquí hay una labor importante de la secretaría de Agricultura en lo referido a organización del productor, si esto se logra -y lo vamos a lograr- ,si se hace bien, con esquemas de valor agregado para producir alimentos, y tenemos carriles de comercialización, creo que uno de los grandes problemas de Tucumán está resuelto.

Ahora háblenos de la segunda pata del trípode, un tema que a usted le resulta particularmente grato: el turismo.
El turismo, es cosa sabida, experimenta un incremento constante. Hoy los valores de intercambio del sector turístico, a escala mundial, rondan los 530 mil millones de dólares, es el primer producto comercial a escala mundial. Esta cifra es espectacular, pero cada uno debe trabajar en lo propio; si bien en nuestro país hay un crecimiento interesante en el aspecto turístico, Tucumán no recibe lo que debería en función de su oferta turística. Para que esto se corrija vamos a trabajar no sólo en la secretaría de Turismo con la captación de viajeros, sino que que nos interesa un programa de desarrollo para captar inversores, poniendo asimismo énfasis en la calidad de servicio. Antes que el control, necesitamos la capacitación, y en eso estamos trabajando.
Por supuesto esta área de servicio debe integrarse en función del NOA, ya que el turismo no es algo que pueda captarse provincialmente, sino como región y país. Estamos trabajando en la constitución del NOA turístico, tema en el que ya se hizo algo antes, y que pensamos reflotar con eficacia. En turismo se confunden muchas veces causa y efecto, es un poco el problema del huevo y la gallina. ¿Qué necesitamos primero, la infraestructura del servicio turístico, o el turista?. Algunos dicen que primero está el turista, otros que los servicios, porque si viene el turista y no tiene servicios, hay que generar éstos. Lo que pasa es que este es un viejo problema que se planteó ya al concluir la II Guerra Mundial, con el desarrollo tremendo que experimentó la aviación comercial cuando los aviones de combate fueron reemplazados por los de transportes de pasajeros. Esto obligó a compañías aéreas, como la poderosa Pan American, a crear una cadena intercontinental de hoteles, porque faltaban alojamientos para un tráfico aéreo que se tornaba enorme. Nosotros en Tucumán ya hemos dado el puntapié inicial para incrementar la actividad turística, lo que necesitamos es trabajar en las dos puntas: la captación del turista, y también del inversor. Estamos prontos a desarrollar políticas generales pensando no sólo en lo inmediato, sino también en plazos más extensos, es tiempo de que los tucumanos nos acostumbremos a mirar hacia el futuro.

¿Y con los los servicios?.
En igual sentido debemos hablar de los servicios. Quiero aclararle que en turismo se habla de un complejo de servicios: alojamiento, gastronomía, transporte, operadores turísticos, etc, pero a ese tema lo pongo aparte porque hoy es la primera actividad en intercambio mundial. A los servicios debemos otorgarles preferencia porque también en este plano tenemos ventajas competitivas; fíjese lo que significa Tucumán, corazón de la región NOA, como punto equidistante de Argentina en relación a los países limítrofes, a nuestras naciones hermanas. Nuestra provincia es un nudo de comunicaciones camineras, ha sido históricamente nudo de comunicaciones ferroviarias, y tenemos que mantener también ese privilegio en las comunicaciones aéreas. Tucumán fue, en la época colonial, proveedor de servicios para viajeros que se desplazaban desde el Alto Perú al Río de la Plata; así nace Tucumán, primero como ciudad en Ibatín, luego en La Toma, y finalmente como provincia. Cuando llega el ferrocarril, nuestra provincia se convierte en importantísimo polo de servicios, al punto que una de nuestras ciudades, Tafí Viejo, se transformó en uno de los principales talleres ferroviarios de Sud América. Tiene la primera universidad del Norte -servicios educativos- y sigue siendo ciudad de servicio educativo, tenemos servicios recreativos, como tres campos de golf cerca de la ciudad, servicios financieros, comerciales, de packing, de investigación. Lo que hace falta, esto voy a repetirlo hasta el cansancio, es que nos fijemos objetivos comunes.
Si la sociedad entiende todas nuestras ventajas, Tucumán va a irrumpir con fuerza en el concierto nacional. ¿Por qué generó una industria cítrica que hoy es modelo en el mundo, y las tecnologías que se utilizan hoy en el cutivo del limón, son las más avanzadas, como también en el procesamiento? Si Tucumán puede producir eso, podemos hacer muchísimo, nos hace falta confiar en nuestras propias capacidades, en nuestro propio ingenio, dejar de tirarnos pálidas y mirar con optimismo el futuro. Esa es la principal preocupación de nuestro ministerio, convencernos y convencer a todos de que tenemos futuro. En alimentos, en turismo, en servicios. No queremos descuidar lo que ya tenemos, queremos preservar a la actividad azucarera, quizás las 200 mil hectáreas de cañaveral se conviertan en 180 mil, en 150 mil, pero sabemos que no hay ningún cultivo masivo que reemplace al cañaveral. Estamos trabajando con la Estación Experimental Agrícola en un proceso que lleve el rendimiento del azúcar a un 11%, y eso se desarrolla en un programa inteligente de reemplazo de la cepa del cañaveral; entendemos asimismo que existe otra forma de comercialización del azúcar, como el azúcar líquido, que puede ser también fuente de recursos. No queremos ni pretendemos prescindir del cañaveral, pero ¡cuidado!, quizás parte del cañaveral sea destinada para otras actividades relacionadas también con lo económico, como podrían ser la cría de caprinos, porcinos, etc.
Tucumán tiene un gran futuro, y así como a fines del siglo XIX el mundo asistía a un profundo cambio socioeconómico debido al proceso de industrialización, y nuestra provincia incorporó la máquina, el vapor, la electricidad, aceptando un desafío de desarrollo, hoy debemos asumir este reto que impone la globalización, con mayor competitividad. Tal vez sea éste el mayor desafío que tiene nuestro ministerio. Decirle a los tucumanos: "señores, asumamos una nueva cultura, una cultura que nos permita afrontar este mundo cambiante".

Este optimismo suyo, ¿encuentra respaldo en sus colaboradores?.
Absolutamente. Vea por ejemplo al ingeniero Sánchez Loria, titular de la secretaría de Agricultura, a las autoridades de la Universidad Tecnológica, que proponen traer su carrera de ingeniería de alimentos a Tucumán, y también a sectores empresariales, del ministerio de Educación de la provincia, y universitarios, con quienes planificamos desarrollar una tecnicatura, o sea o un instituto de nivel terciario, para sacar técnicos expertos en producción de allimentos. Entendemos que la producción de alimentos es primaria, con la incorporación en diferentes etapas del valor agregado, hasta llegar a la góndola del supermercado, al consumidor. A esto se suman indudablemente los proyectos particulares, que merecen toda nuestra atención.
Ya hay en agroturismo un ejemplo interesante, como es La Tuquita, camino a Raco, donde se produce queso de cabra, queso de vaca, tiene un muy buen restaurante, donde el viajero puede no sólo degustar esos quesos o un buen churrasco, sino ver cómo es un tambo, cómo son las tareas de campo, pasear en sulky o caballo. En fin, todo es cuestión de reflexionar seriamente y ver cuáles son las posibilidades de crecimiento que se pueden encarar. Aquí hay empresas de servicios tecnológicos (informática) que están ocupando más de 120 empleados y no tienen un solo cliente en la provincia de Tucumán, están en plena expansión, y significan lisa y llanamente que los tucumanos podemos. Esto lo dijo ya un gran filósofo, cuando expresó "argentinos a las cosas".

¿Cuál es su mensaje para los productores?.
Que confíen en nosotros y se agrupen en solidaridad. Hay actividades como la azucarera, que requieren un ordenamiento interno; se ha dado la prórroga del arancel intraMercosur por 5 años, a mí me hubiera gustado que se respetara la ley, porque era una decisión del pueblo de la Nación expresada a través del Congreso, pero independientemente de esto, tenemos que trabajar de manera mancomunada con un objetivo común, para que esta actividad se ordene, y los distintos sectores se pongan de acuerdo.

¿Cómo es su relación con los distintos sectores productivos?.
Buena, ellos saben que yo soy de extracción empresarial, lo cual de alguna manera implica conocimiento de la problemática, y conocen que en nuestro país y fundamentalmente en Tucumán, los empresarios tuvimos siempre que afrontar muchas dificultades para desarrollar nuestros emprendimientos. Esto nos ha proporcionado una suerte de habilidad especial para sortear los problemas, mirando siempre hacia adelante. Por otra parte, hoy la sociedad no está más dividida en capital y trabajo, hoy tenemos un diálogo fluido y común, acá viene gente del transporte, metalúrgicos, productores, y podemos todos hablar el mismo idioma. Ese es un síntoma muy positivo, como diría Borges, si antes no nos unió el amor, que nos una ahora el espanto ante esta crisis inédita que nos amenaza a todos. O los argentinos acudimos de una vez y para siempre a la solidaridad, o dejaremos de tener futuro.

Por Ernesto Cepeda,
de Producción


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