Revista Producción
PRODUCCION Agroindustrial del NOA




GANADERIA:
¿TENGO RESERVAS SUFICIENTES?
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A principio de año y con el almanaque a la vista, es bueno visualizar si los recursos forrajeros previstos para el año han sido estimados adecuadamente y en caso contrario, hacer los ajustes correspondientes.
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Por los requerimientos, por las fallas, por criterio y por las dudas
Teniendo en cuenta que nuestros tambos se basan en el pasto verde, y asumiendo que esta parte está cubierta para condiciones normales, hay que hacer las cuentas de las necesidades forrajeras considerando las fallas de siembras posibles, los días que hay dificultades para el uso de los potreros (lluvias), las necesidades de balanceo de dieta y especiales de ciertas categorías, nuestro propio criterio sobre la carga animal y la proporción de la dieta a cubrir por el pasto y, a partir de allí, hacer el presupuesto de reservas.

Por los requerimientos
Sabemos que podemos alimentar, en caso de disponer de pasto suficiente y en condiciones normales, a la mayoría de nuestros animales solamente con pasto verde de buena calidad. Las limitantes aparecen cuando queremos aumentar sus rendimientos por encima del promedio (ganancia diaria en vaquillonas), debemos cubrir las restricciones de consumo de las vacas en transición o las sobrexigen-cias de las vacas de producción.
También sucede en determinados momentos del año (otoño-invierno) que los pastos poco sazonados carezcan de la fibra o la concentración para un adecuado abastecimiento y funcionamiento del rumen o que, por las altas producciones, debamos recurrir al balanceo de dietas con elementos que hagan posible un equilibrio entre las necesidades del animal y los alimentos consumidos.

Por las fallas
Los inviernos son largos y en los días muy fríos le cuesta crecer hasta a los verdeos invernales. También puede haber fracasos en la siembra por trabajos erróneos, problemas de clima y otros, que hagan que uno contara con determinado recurso forrajero y a la hora de tener que usarlo, no esté disponible en cantidad y/o calidad. A esto tenemos que sumarle los días de lluvias en los que uno resuelve no entrar a verdeos o pasturas o que, necesitado de hacerlo, destruye hectáreas que luego no volverán a crecer.

Por criterio
Si bien en Argentina la mayoría de los tambos siguen siendo estrictamente pastoriles, cada día más apoyan sus rendimientos en altas cargas que implican una oferta limitada de superficie de pastoreo por animal y su reemplazo por otro tipo de forrajes conservados o alimentos comprados. Esto es válido en la búsqueda de aumentar los ingresos pero obliga a previsiones más importantes a la hora de hacer las reservas.

Por las dudas
Siempre existe, sobre todo en el cálculo de la producción del pasto o de las circunstancias del clima o por lo que pudiere, la posibilidad de quedarnos cortos. Y lamentablemente cuando esto sucede uno se enfrenta «jugado» a la salida del invierno, cuando salir a comprar alimentos de cualquier tipo es más oneroso que en cualquier momento, si es que hay disponibilidad de rollos o fardos para ello. Además sabemos que las restricciones en el consumo de pasto verde son reemplazadas con dificultad por el pasto seco u otros forrajes.

Y las otras categorías
Suele suceder que las previsiones de muchos tambos se hacen sobre la base de los requerimientos de las vacas en ordeño. Como si el resto de las categorías se arreglaran con lo que queda o con lo que no queda. No por nada, nuestras vaquillonas paren por primera vez a los tres años.

Por eso hay que hacer bien las cuentas
En otro artículo de este mismo número calculamos a modo de ejemplo los requerimientos de un tambox. Fácil es a partir de allí, hacer un cálculo de los alimentos adicionales al pasto que cubran las demandas de los animales del tambo más lo de las vacas en gestión. Parte será como silo y parte como concentrados. Pero esta cuenta en realidad nos dará la alimentación suple-mentaria o complementaria de la dieta. Debemos considerar a esto agregar lo que denominamos reservas, esto es aquello que tiende a cubrir las faltantes de pasto o las sobrecargas animales, según desde el lado que se lo vea.

Algunas formas de cálculo
En el caso de los animales de ordeño y en planes de alta carga suele basarse la cuenta en la hipótesis de que el 33% de la demanda fuere cubierta por pasto verde (unos 7 Kg de materia seca), un 33% por silaje de maíz (atención si esto se prevé para todo el año) y otro tanto por concentrado. Resuelta una forma de cálculo para esta categoría.
Para los animales en transición suele pensarse en un abastecimiento del 60% de la dieta con pasto, un 40% con silaje más unos 100 Kg de concen-trado específico o grano. Ya es otra forma de ir sumando.
Para todas las categorías, incluidas éstas y además de las reservas ya señaladas, en función de la disponibili-dad y condición del pasto, las previsio-nes para resolver las reservas o forrajes conservados no debieran ser menores al 15% del consumo en el período crítico en condiciones favorables y hasta un 30% en lugares de producción normal, pero de mayor riesgo.

Vale la pena ser exagerado
Siempre es una cuestión de disponibilidad de efectivo y sobre todo en esta época del año en que se juntan gran parte de las inversiones en pasto y reservas. Pero tenga en cuenta que las reservas bien hechas pueden guardarse por mucho tiempo y lo que haga de más puede convertirlo en carne o leche, o venderlo en muchos casos, y siempre será rentable la inversión. El costo de una baja en la producción puede ser muy importante y crear una condición de conflicto económico en el tambo por muchos meses. (Lo que se cae en quince días lleva meses recuperarlo).

Haga sus cuentas ahora que todavía puede hacer correcciones baratas
Los cálculos de necesidades y disponibilidades no son sencillos. Le dimos algunos elementos. Pero si le resulta complicado pida consejo profesional. Un asesoramiento no le va a costar demasiado y la previsión le traerá un beneficio importante. Y vea si puede hacer algo todavía para corregir la cantidad de forraje conservado a disponer en caso necesario,
• Haciendo un lote de moha para enrollar o ensilar (antes de la floración si busca calidad)
• Cortando algún pasto excedente
• Saliendo a comprar ahora que va a conseguir pasto seco más barato (puede comprar el pasto del lote y hacerlo enrollar a su costo o comprar el rollo o fardo hecho según covenga más)
• Saliendo a comprar algún lote cercano de maíz o sorgo para ensilar en su campo.

NO LO OLVIDE: HOMBRE PREVENIDO VALE POR DOS.
O, si Usted quiere,
RESERVA DE AHORA, VALE EL DOBLE EN INVIERNO.

Fuente:
Revista Producir XXI,
Nº 87, Enero 1999

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