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Entrevista Ing. José Guillermo Del Pero: Solo la decisión política salvará al azúcar  |
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Que la actividad azucarera en nuestro Tucumán y el NOA ha estado casi siempre signada por altibajos -con preeminencia de los segundos- es cosa conocida. Como también que, fundamentalmente en los últimos tiempos, se recla-maba a los productores que, para incrementar la productividad, debían "incentivar la eficienti-zación". Poniéndole el pecho a semejantes palabrejas, esos productores consiguieron incre-mentar la producción, incluso con el empleo de la biotecnología y sistemas inteligentes. No obstante, como contrapartida, la situación de los cañeros ha ido en un franco tobogán económico que los sumió en la desesperación, a punto tal que el país entero asistió estupe-facto a recientes protestas -incluido el corte de rutas-, destinadas a llamar la atención gubernamental. La situación es difícil, por no decir dramática, y en el horizonte no se avizora la solución salvadora. ¿Habrá zafra? Esta pregunta, que parecía en principio de respuesta obvia, no lo es tanto en las actuales circunstancias, razón que movió a PRODUCCION a entrevistarse con el ingeniero José Guillermo Del Pero, titular de CACTU (Centro de Agricul-tores Cañeros de Tucumán), quien proporcionó su particular visión del problema y las eventuales soluciones. ¿Tendremos finalmente una zafra '99 en paz?. En principio no están dadas las condiciones para realizar esta zafra, con el bajo precio del azúcar en el mercado interno, y los aún más bajos guarismos del mercado internacional, motivados por la inundación de materia prima del Brasil con el consiguiente derrumbe de los precios, a lo que todavía puede sumarse el tema de los excedentes de azúcar. Todos estos ingredientes impiden que, bajo estas condiciones, podamos asegurar que habrá una zafra normal. De exportar entonces... ni hablar. ¿Exportar, para que el productor reciba más o menos $0.09 ó $0.10 por kilo de azúcar, donde supuestamente puede llegar a recibir 6 dólares por Tn de caña exportada, cuando tiene un gasto que supera los $8 por cosecha y transporte? Esto hace impensable pensar en la exportación, porque por otro lado, habría que promediar con un precio del mercado interno que hoy está en el orden de los $0.23 ó $0.24, y sabemos que hablamos de aproxi-madamente un 85% para mercado interno y el resto para afuera. Si la ecuación no da -y en este caso no da- resulta que todo es a pérdida, y el productor ya no tiene cómo absorber esa pérdida. ¿Cuál es entonces la perspectiva del productor?. De seguir esta situación, a muy corto plazo, la situación del cañero se agravará enormemente, porque ahora mismo no puede cumplir puntualmente con sus obligaciones (pago de agroquí-micos, créditos bancarios, etc) y, lo que es todavía peor, peligra su propia subsistencia, y le juro que no estamos dramatizando. Por todo esto es que nosotros advertimos oportunamente a las autoridades provinciales y nacio-nales sobre el particular, para que se atajara en tiempo y forma la crisis que se avecinaba... y no tuvimos eco alguno. A esas autoridades impusimos de la dureza de esta crisis, que no es como otras anteriores, ya que en este caso se presenta como terminal, no solamente para algunos productores, sino para los propios ingenios. ¿Qué es necesario para afrontar tamaña crisis?. Para superar la coyuntura necesi-tamos un crédito a largo plazo, que posibilite cubrir la dificultad de las exportaciones, de modo tal que permita su devolución, con una imposición que tiene que hacer el gobierno de la provincia sobre la caña o sobre el azúcar a efectos de que cada año se disponga de los recursos necesarios para reintegrar a la Nación. Con esto se lograría tonificar el precio en el mercado interno, llevándolo a $0.34 ó $0.35, lo cual daría un respiro frente a la caótica situación que hoy vivimos. Lo que sucede a nivel interna-cional es que a Brasil se le está derrumbando su estructura azucarera, y ellos nos están exportando su crisis. La respuesta de los productores cortando rutas, sobrepasó a los propios dirigentes... En efecto. El problema llegó a tanto que movió a los productores a pasar por encima de su dirigencia y salir expontáneamente a las rutas, llevados por la desesperación que causa la política nacional. En contrapartida, entendemos que existe un espectro industrial bastante desunido, con gran cuota de responsabilidad en lo que sucede, que asumió un comportamiento "ligth", para usar una palabra que tanto está de moda. Ese factor indus-trial no peticionó ante el poder público nacional, con la fuerza necesaria, las soluciones que nuestra producción madre necesita. Por añadidura, el de la desregulación es un esquema de trabajo que demostró estar totalmente agotado; la amarga experiencia vivida muestra que son indispensables reglas de juego estables y claras para que tengan salida los excedentes, y para que no suceda como todos los años, que se buscan acuerdos industriales que finalmente no se logran porque no llega la unanimidad. Por otra parte hacen falta políticas activas que nos coloquen en pie de igualdad con los grandes emprendimientos en cuanto a los costos de créditos, para vender en forma más ordenada la producción. Con el financiamiento viene el orden, pero así como estamos, es imposible lograrlo. Al pedido de los factores azucareros, ¿qué respondió el gobierno nacional?. Formulamos un petitorio de 8 puntos, tres de ellos rechazados de plano por el gobierno nacional. El primero y más importante, que se diera marcha atrás en la resolución ministerial 457 que establece la baja de aranceles para el azúcar que ingrese de Brasil; se nos dijo que esto era imposible, demostrando una miopía inadmisible, sin querer volver a lo que siempre debió ser y se mantuvo hasta diciembre de 1998, ocasión en que el ministro Di Tella, resolvió en forma unilateral e inconsulta, bajar los aranceles. Los otros dos puntos rechazados fueron el incremento a los reembolsos de las exportaciones y una rebaja en los peajes. Entre los puntos restantes figuran un crédito de $30 millones para financiar las exportaciones, la provisión de una cartera vía Banco Nación a la Caja Popular para que actúe con los redescuentos de los warrants, (de $50 millones), y finalmente las deudas de los productores con el Banco de la Nación, solicitando el "corrimiento"de las fechas, como asimismo que se equiparen los aranceles para el contenido de azúcar que hoy traen productos elaborados. Se nos trató con una singular dureza, sin prometer solución alguna, como desconociendo - reitero- la existencia de una crisis aguda y terminal. Para graficarlo, el ministro Corach expresó "no creo que sea como ustedes lo plantean, siempre hubo crisis en la actividad azucarera, es un tema que conozco desde que tengo 12 años". Al contrario de lo que opina este señor, estamos absolutamente seguros de que la situación tiene arreglo a partir de la voluntad política de los gobernantes, y esto es lo que se busca. Como dirigentes, creemos que esto tiene solución dentro de lo racional, caso contrario no seguiríamos en esta función, este problema puede solucio-narse, y de allí nuestros pedidos, que no están fuera de lugar. Es más, fíjese que el gobierno no habla del tema, pero a las industrias del automóvil en esta década del 90 les va proporcio-nando un subsidio de 9 mil millones de dólares, y estamos hablando de una cifra cuantiosa, en tanto nos niegan un préstamo de $30 millones que, por otra parte, vamos a devolver. ¿Qué mensaje le dan ustedes, los dirigentes cañeros, a los productores?. El de que tengan la confianza más absoluta acerca de que tratamos, por todos los medios, de encontrar las soluciones. Sabemos que, en esta actividad, como tantas otras del agro, hace tiempo que estamos desesperan-zados y angustiados, cuando merecemos como cualquiera, afrontar la zafra con la alegría del que sabe que está recogiendo el fruto de un esfuerzo que debería ser recompensado como generador de progreso. Por el contra-rio, el gobierno nacional parece haberse empeñado en preparar el terreno para que las grandes empresas transnacionales ocupen nuestro lugar, desplazándonos hacia las villas de emergencia. No lo permitiremos. Por Ernesto Cepeda de Producción |
